¿Por qué nos gusta tanto la decoración de estilo nórdico si vivimos en la cálida España? Quizás es porque el amor por los espacios diáfanos, bien iluminados y acogedores no es patrimonio exclusivo escandinavo.
Decorar en modo nórdico o escandinavo no es difícil: basta con seguir estas pautas que convertirán nuestro hogar en una casa digna del barrio más frío de Copenhague.
1. Apuesta por el blanco Es el color base de la decoración nórdica. Aporta luminosidad y sirve como estupenda base para jugar con otros colores. Opta por el negro, el gris y beige como segunda paleta y deja los colores pastel como el rosa, azul o verde para los detalles.
2. Combina materiales La madera es la mejor amiga del blanco en el mundo del estilo nórdico. Será el material elegido para los muebles y pequeños detalles como cuencos decorativos, marcos de fotos o tiestos de plantas, por poner solo algunos ejemplos. Otros materiales como el pelo en alfombras (falso, por favor), el mármol, el mimbre o el corcho acabarán de darle el deseado toque scandi.
3. Tejidos naturales Olvídate de cortinas estridentes o fundas nórdicas con demasiados dibujos: los textiles tienen que ser de algodón o lino y en colores suaves como el beige o tonalidades pastel.
4. No a lo superfluo La decoración nórdica es también un estilo de vida. Los espacios han de ser limpios, solo con los muebles y objetos que realmente hacen falta. Así que ya sabes, márcate un Marie Kondo y deja tu casa tan minimal como nórdica.
5. Verde natural La mejor manera de rematar la decoración de una casa de estilo nórdico es con plantas. Plantas de interior como la monstera deliciosa, el ficus o el cactus euphorbia son excelentes y resistentes opciones.
A continuación podrás ver todos los interiorismos de casas de estilo nórdico que tenemos así como más consejos para decorar escandinavo.