Anclada en un idílico paisaje esta vivienda unifamiliar invita a disfrutar de la pausa y del descanso, lo cual llevó a sus propietarios a afrontar un proyecto de rehabilitación integral en el que no se perdiera la esencia que la define. Por ello se reorganizaron las estancias de manera que quedaran dos bloques: uno con tres suites privadas y un segundo donde se sitúan cocina, comedor, salón y un aseo.
Esta zona de convivencia e interacción se ha concebido abierta y diáfana, buscando primar la comodidad, la luminosidad y las espectaculares vistas panorámicas propiciadas por los amplios tabiques acristalados. En la reforma se intentó recuperar elementos originales de la edificación original, como el granito que reviste la fachada.
“El conjunto resulta armónico y coherente con el espíritu y el entorno de la vivienda”
Esta misma conexión se ha querido mantener en el interiorismo donde se ha querido subrayar la relación entre lo tradicional y lo nuevo, proponiendo una convivencia entre la calidez de la madera de roble, que reviste el suelo de toda la planta con el toque más actual que aportan los techos de hormigón visto, la carpintería metálica o el acabado de muebles y tabiques.
Todo en orden
El protagonismo del salón recae sobre un imponente mueble modular, diseñado por Santos, que aúna estética, funcionalidad y polivalencia. La composición está directamente estructurada sobre paneles a pared, estratificando racionalmente todo el espacio y dotándolo de múltiples opciones de almacenaje, organización y exposición. Las líneas puras y los materiales de poco grosor contribuyen a minimizar el impacto del conjunto, favoreciendo su integración en la arquitectura.
Frente a él, un amplio sofá y la pequeña mesa baja realizada a medida en roble natural y tapa de mármol, constituyen el núcleo del salón. Las butacas complementan la sala cuya iluminación principal se resuelve con un elegante sistema de luminarias sobre raíles electrificados, acompañado de pequeñas lámparas auxiliares que devuelven ese toque cálido y acogedor.
Comodidad ante todo
El sofá, de discreta silueta, parece flotar sobre la madera de roble que cubre toda la planta. Este se complementa por dos butacas de estructura frágil que contrasta con el volumen de la tapicería con formas envolventes y suaves, en línea con el mueble modular.
Concebido como un espacio diáfano, el salón, busca ser un lugar de encuentro y confort en armonía con el exterior que invade a través de los amplios ventanales.
Fotografía: Fernando de Bustos
En contacto con lo tradicional
Hecha a medida, esta mesa de mármol con base de roble, contrasta con el resto del mobiliario conectando ese lado más moderno y vanguardista con las raíces y el entorno. De amplias dimensiones completa el núcleo de la zona de convivencia.
Fotografía: Fernando de Bustos
La calidez del hogar
A la iluminación principal sobe raíles electrificados, se le añaden pequeñas lámparas auxiliares en tonos cálidos que ornamentan la vivienda, siendo algunas obras de arte en sí como es el caso de este muffin de diseño sublime donde se combina un vidrio delicadamente contorneado y la madera maciza junto a una bombilla de filamento desnudo.
Fotografía: Fernando de Bustos
El gran protagonista
Presidiendo el salón, un imponente bloque escultórico a la par que funcional. El mueble modular de Santos, cubre el tabique entre salón y recibido separando ambas estancias. Sus líneas limpias y materiales de grosor reducido reducen el impacto del conjunto.
Fotografía: Fernando de Bustos
Funcionalidad sin renunciar a la estética
En la parte superior del mueble incorpora cuatro armarios centrales flanqueados por sendos juegos de baldas que, además de resultar útiles para exponer libros y objetos decorativos, que equilibran el peso visual del amueblamiento.
Fotografía: Fernando de Bustos
Sin olvidar el orden
La parte baja está equipada con cuatro cajones profundos, que sacan partido a la zona más próxima al suelo, ofreciendo gran capacidad de almacenamiento. Su frontal, inclinado hacia el interior, evita molestos tropiezos al moverse cerca del mueble.
Fotografía: Fernando de Bustos
Impresionantes vistas
Con una ubicación ideal, el salón, cuenta además con un amplio ventanal que no solo aporta luminosidad al interior sino qué nos permite compartir la sensación de estar en un paraje natural, adentrándonos en el basto robledal y disfrutando de la correntía del rio bajo nuestros pies, sin movernos del sofá.
Fotografía: Fernando de Bustos