Living Bakkali consigue transportar al comensal al desierto más profundo. Tal como sugiere su nombre, es el entorno ideal para descubrir esta cultura e invita a vivir experiencias sensoriales no solo gastronómicas, sino también para la vista y el tacto.
El propio espacio fomenta el misterio desde el inicio. El restaurante, de 150 metros cuadrados, está distribuido en diferentes zonas que permanecen ocultas y no se ven desde la recepción; se van descubriendo conforme se avanza. Cortinas vaporosas de lino esconden los ambientes y se abren y se cierran dependiendo del grado de privacidad que se desee.
Un hall central vertebra todo el espacio y conecta la recepción con la cocina. Marca el recorrido y distribuye los distintos ambientes hasta llegar a la zona superior, donde se disfruta de una amplia visión del restaurante.
La primera parte del pasillo es como un paseo por una calle de casas antiguas; la segunda parte conduce a un comedor privado y al baño, que se encuentran escondidos por las cortinas.
El proyecto que Masquespacio ha desarrollado en Living Bakkali rinde homenaje a la arquitectura tradicional de Oriente
Masquespacio ha prestado especial atención a la arquitectura de Oriente del pasado y ha tomado sus clásicos elementos arquitectónicos y decorativos. Ha utilizado un material único para todo el diseño creando el efecto de adobe en paredes, suelos y techos trabajado a mano como en las viviendas que se pretende emular.
Materialidad y cromática son los elementos clave para unificar la imagen y desarrollar un espacio continuo; de esta forma, logrando una sensación envolvente, como la de estar en medio del desierto.
Se han utilizado colores neutros y toda la gama de tonos tierra para recrear los colores y texturas propios de la arquitectura árabe. Se ha conseguido un ambiente homogéneo, muy equilibrado y una atmósfera serena que transmite paz.
Otro aspecto importante del proyecto es la iluminación; ya que Masquespacio la ha trabajado cuidadosamente para recrear el halo de misterio que sugiere Oriente.