Con una Estrella Michelín y Dos Soles de la Guía Repsol, el famoso proyecto gastronómico de la chef Begoña Rodrigo, La Salita, se define por una perfecta armonía entre tradición y vanguardia.
Situado en el corazón de Ruzafa, un barrio urbano y cosmopolita de origen árabe en pleno centro de Valencia en el que conviven bares de moda, discotecas, restaurantes, galerías de arte o boutiques de ropa alternativa.
En medio de ese bullicio, La Salita es un luminoso oasis de paz que da vida a un antiguo palacete del siglo XVIII, del que se han conservado casi todos los elementos arquitectónicos. Con un proyecto de interiorismo llevado a cabo por Silvia Bellot, directora de Mediterranean Nomad, se ha apostado en su decoración por materiales naturales como el yute o las flores secas en su decoración, y donde los revestimientos de Neolith aportan un valor añadido y funcional en zonas claves de este singular restaurante.
Hemos confiado en Neolith para revestir las zonas de trabajo en la cocina, en la coctelería, las mesas… porque es un material que acompaña muy bien a lo que necesitábamos
- Begoña Rodrigo
Un auténtico oasis de paz
La Salita, el sello más personal y conocido de la chef, situado en este edificio emblemático, ocupa una construcción de planta baja y dos alturas. Un lugar con mucha historia en el que se ha creado una atmósfera tranquila, llena de paz, donde tomar un primer aperitivo, un cóctel, o incluso acabar con los postres, en un patio jardín en el que encontramos Neolith, que gracias a su resistencia puede utilizarse en aplicaciones de exterior.
En su interior, Neolith aporta también naturalidad y belleza en cada estancia del restaurante, comenzando por una acogedora entrada que nos da la bienvenida y llena de calidez el ambiente gracias a la lámpara de fibras.
En su diseño, la interiorista del espacio ha creado un ambiente íntimo mediante el uso de piezas icónicas de marcas valencianas, y de materiales naturales clave para su interiorismo. Todos estos elementos han sido seleccionados concienzudamente para reflejar el estilo mediterráneo y una forma de vida muy relajado que conecta con la naturaleza, donde Neolith añade ese toque de tendencia.
En concreto, el modelo Neolith Nero Zimbabwe de la colección Fusion ha sido escogido para todas las zonas de trabajo. Una elección siempre acertada por su aspecto sobrio y distinguido que aporta una discreta elegancia y añade armonía a cualquier ambiente, como es el caso de la cocina, donde podemos disfrutar de la alta calidad de los platos de la prestigiosa chef mientras vemos cómo los elabora tras una encimera de Neolith, de tonalidad negra mate, con sombras grisáceas y rugosa textura que genera una atracción inmediata a los comensales.
Hemos creado un ambiente mediterráneo– señala la chef- que casa perfectamente con una cocina basada en la producción local de hortalizas, verduras y otros productos de proximidad
Además de por su diseño impecable, Neolith ha sido también elegido por ser un material sostenible fabricado con materias primas naturales, y por ser altamente resistente y apto para responder a las elevadas exigencias de un restaurante Estrella Michelin.
Toda esta composición ayuda a crear “este clima y este ambiente que casa perfectamente entre lo que cocinamos y lo que hacemos” afirma la chef.