Ubicado en la Avenida Infante Dom Henrique, 1100-279 de la emblemática ciudad de Lisboa, Anfibio abre sus puertas para convertirse en el nuevo place to be de la ciudad. Un restaurante que evoluciona a lo largo del día y crea ambientes totalmente distintos para adaptarse a las necesidades de cada instante. “Es un lugar muy dinámico que cambia al completo en atención al momento, y todo ello ha sido posible, principalmente, gracias a la iluminación”, nos cuenta Ingrid Aparicio, fundadora de Bacana Studio y diseñadora de todo el interiorismo del local.
“Desde un inicio entendí lo que se buscaba hacer y me encantó el proyecto. Y después de muchos meetings, intercambios de ideas, alegrías, nervios y esfuerzos de todo el equipo, pasando por cada uno de las secciones que integran Anfibio -desde cocina, música …- el resultado en todos los sentidos es espectacular”, explica Ingrid. Su parte consistía en diseñar todo el interiorismo del restaurante y conseguir un espacio sofisticado, pero al mismo tiempo práctico que se adaptara a las necesidades del día a día por parte de cocina, dj y demás. Una dualidad que Ingrid supo conseguir con éxito. Agua, tierra, música, glamour, elegancia. Todo en un mismo espacio.
¿Cómo resultado? “Un restaurante dinámico dividido en muchas zonas que al mismo tiempo se complementan entre sí y hacen que puedas vivir experiencias completamente diferentes cada vez que uno decida ir a visitarlo. Así es Anfibio”, define Ingrid.
Un edificio sumergido bajo el agua
“Una parte del edificio está construido bajo del agua, los baños, por ejemplos, están totalmente sumergidos, así como la cocina. Una brutalidad de lugar, y no podía ser de otra forma al haber sido diseñado por el gran arquitecto João Luís Carrilho da Graça, que yo ahora tenía el reto de diseñar y transformar en Anfibio. Y por supuesto, la contraposición de agua y tierra, pero en equilibrio, tenía que ser el punto de partida”, nos sigue contando Ingrid.
La luz, la gran protagonista de Anfibio
La iluminación tiene un papel protagonista en el restaurante, y en especial, en el diseño. Gracias a ella se consigue dividir el espacio en varias zonas sin la necesidad de poner paredes y otras separaciones. “La luz permite que el mismo lugar, Anfibio, de día y de noche sea algo totalmente distinto. De día, la luz traspasa por los grandes ventanajes que hay en todo el local y se reflejan en los espejos, cosa que se consigue gracias a los excelentes materiales usados en los vidrios y el uso del latón. Unos reflejos que, además, se proyectan en el techo y son un reflejo del río”, nos explica Ingrid.
Y por la noche, el reflejo de los barcos, de la luna, del mar proyectado en el techo del restaurante permite crear un ambiente único. “El techo está construido con Barrisol que es un material ultra ligero y reflectante reflectante que deja hacer un juego de luces espectacular. Todo el local está equipado con materiales de excelentísima calidad, la mayoría de proximidad, para conseguir un resultado elegante, pero al mismo tiempo, atemporal y que perdure en el tiempo”, dice Ingrid.
Varios espacios en una caja de cristal
“El restaurante está concebido como una caja de cristal de manera que no se podía hacer partición alguna. Entonces, tenía que crear varios espacios en un mismo lugar y el truco fue jugar con las mesas”, nos explica Ingrid. Así, encontramos una mesa enorme y alargada, toda con un estampado de rayas y construida a base de mármol. Una auténtica maravilla que llama la atención nada más poner un pie dentro del local, y que está destinada para momentos más informales, comidas o cenas de picoteo. “Y para culminar este espacio, aposté por agregar unas lámparas en forma de fuente, que aportan una iluminación cálida y muy agradable”.
La zona sofá, el lugar donde seguir con una velada muy tranquila y cosmopolita. “Un gran sofá curvy en color azul crema, una maravilla que aporta ese toque glamuroso que también se quiere conseguir. El color cielo nos recuerda el color del mar y la lámpara de techo en forma de un animal marítimo situada encima de él, permiten conseguir el objetivo buscado”, nos sigue explicando Ingrid.
Las mesas cuadradas y redondas, con butacas de diferentes estilos, son el lugar más formal, o al mismo tiempo informal, pero si más no, las opciones perfectas para una comida o una cena confortable y práctica. “Se encuentran distribuidas a lo largo de todo el espacio, junto con el sofá y la mesa alargada, para mayor contraste. Y para no ser monótonas y seguir creando espacios únicos, las sillas van variando de color y forma: desde de sillas de madera a elegantes sillones rojos a lámparas pequeñas que aportan esa iluminación perfecta durante la noche”, dice Ingrid.
Finalmente, el magnífico y elegante sofá ubicado en el medio, todo de rayas blancas y verdes, es un clamo a los pueblos costeros de Portugal. Con mesas cuadradas y unos sofás rojos pasión que desprenden una elegancia irreprochable. “Todos los pueblos costeros del país, y en especial, el pueblo de Aveiro que está repleto de casitas de rayas de muchos colores”, nos cuenta Ingrid mostrándonos una imagen del precioso pueblo.
Y con terraza incorporada
Además del restaurante, de la caja de cristal, anfibio también dispone de una súper terraza que se convierte en un verdadero Beach Club (siempre con elegancia) para disfrutar de la mejor música, cócteles y el buen tiempo de Portugal. “Si en el interior se ha buscado un estilo elegante, chic, cosmopolita, en la terraza se ha querido rebajarlo y tener un lugar más cómodo, práctico, un ambiente más de día. Sentirse estar en un beach club, con buena música”, rebela Ingrid. Un espacio donde la madera es la gran protagonista, así como los sofás de rayas en azul y blanco y las sombrillas a juego.
El mar en el color y en los detalles
“Todo empieza con el color del agua del puerto, un tono que se ha querido transportar en el suelo de Anfibio. Un azul verdoso un poco oscuro, de agua estanca pero bonita al mismo tiempo. El objetivo era simular ser una extensión del río. Un color que también va evolucionando con el reflejo de la luz en el local en cada hora del día”, explica Ingrid. El rojo, el azul crema y el azul marino también son muy protagonistas, propios de los pueblos costeros de la zona, así como el beige y el marrón de la madera en sus diferentes tonos.
Y todo marinado con un menú excelente y una música espectacular
El gran chef Miguel Rocha Riera, quién ya obtuvo 3 estrellas Michelin en sus restaurantes en Budapest, ha decidido regresar a su país y ser el nuevo chef de Anfibio. Un lugar en el cuál ha querido diseñar un menú delicioso, pero para todos los públicos, nada pesado y demasiado sofisticado. Una carta accesible para todos los públicos, con comida exquisita. Y por supuesto, todo marinado con deliciosos cócteles y una música excelente, aportada por los mejores DJ nacionales e internacionales quienes se van a encargar de hacer que la experiencia en Anfibio sea memorable.
La contraposición del mar y la tierra, vista en todos los aspectos, es lo que mejor define el nuevo restaurante de moda de Lisboa. Anfibio ha aterrizado para ser el nuevo local de moda, pero no de aquellos pasajeros, sino de aquellos que quieres ir y repetir una infinidad de veces. Una realidad que es posible gracias al excelente trabajo de Ingrid en cuánto al diseño, que permite vivir en un mismo espacio, experiencias totalmente diferentes.
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