Las teteras son uno de esos objetos imprescindibles en el hogar, especialmente para aquellos que disfrutan del placer de saborear una buena taza de té o una infusión. Una bebida que tiene grandes beneficios para nuestra salud, ya que ayuda a reducir el nivel de estrés, disminuye la retención de líquidos, contribuye a una buena digestión y mejora la calidad del sueño. Además, en función de las propiedades de los ingredientes utilizados, contrarresta de forma natural otras necesidades del organismo y mitiga determinadas molestias.
En la Antigüedad, numerosas culturas de Oriente ya eran conscientes del poder curativo de estas bebidas elaboradas a base de hojas y brotes de la planta del té, hierbas medicinales, especias y otras. Por eso, aún hoy, el té sigue siendo un ritual de consumo en países como China, India o Sri Lanka.
Se cree que la planta del té empezó a consumirse hace al menos tres mil años en China. Y fue precisamente allí donde, en torno al año 1500, se creó la tetera tal y como la conocemos en la actualidad. Antes, no obstante, ya utilizaban recipientes similares —aunque sin boca— para infusionar el té y conservar el calor.
Las teteras tradicionales han evolucionado hasta nuestros días en cuanto a materiales y acabados, pero la esencia sigue siendo la misma, ya que el proceso de elaboración del té es exactamente igual.
¿Cómo elegir la tetera ideal?
En el mercado encontrarás una amplia variedad de teteras con todo tipo de diseños, formas y colores, que han convertido este objeto en una pieza decorativa en sí misma. Pero, si quieres tener una en casa para utilizarla en tu día a día y preparar el té perfecto, para saber cuál se adapta mejor a tus necesidades tendrás que valorar antes diferentes aspectos:
- El uso que le quieres dar. ¿La quieres solo para hervir agua, únicamente para servir o también para preparar el té? Dependiendo de ello, podrás elegir entre una de silbato (las clásicas que pitan cuando el agua está a la temperatura adecuada), una con infusor incorporado, sin él...
- El tipo de calor al que quieres exponerlas, pues tendrán características específicas en función de si son aptas para el fuego, vitrocerámica, inducción, microondas, etc.
- La capacidad, que dependerá de la cantidad de té que desees preparar. Las hay pequeñas (para una sola taza) y de hasta tres litros.
El material con el que está hecha también será un factor determinante ya que, además de influir en su estética, aportará un extra a tu experiencia con el té. A continuación, te mostramos algunas ideas para ayudarte a apreciar la magia de este objeto milenario en cada una de sus formas.