La experiencia es un grado y José ya ha trabajado diseñando interiores. El decorador vasco y su compañera de viaje televisivo se vieron abocados a la primera prueba eliminatoria después sufrir la primera reforma en exterior como jefes de cuadrilla, una experiencia ingrata en lo profesional y en lo personal, al desencadenarse los primeros rifirrafes y desencuentros entre ellos debido a la presión y al desconocimiento de lo que se les venía encima.
Sin embargo, en plató, el interiorista pudo demostrar su bagaje en su estilo por excelencia, el industrial, que le fue asignado como caído del cielo por los líderes del equipo contrincante: Paco y Jéssica. Al contrario que sus rivales, José apostó por pintar pared y suelo con un tono gris al que aportaron un aspecto de vieja nave industrial de hormigón con la técnica del esponjado. Una propuesta arriesgada porque tuvieron que esperar a que las superficies secaran bien para poder entrar en el set y llevar a cabo la colocación de los muebles y del resto de atrezzo. “Me di cuenta en seguida que eran los ganadores. Hubo una diferencia abismal con el resto de propuestas, se notó que él tenía el diseño en su cabeza”, subrayó Ágatha Ruiz de la Prada, que puso en valor el esfuerzo de una prueba “nada fácil” y en un tiempo récord de seis horas.
Coincidió en este sentido Pascua Ortega, miembro honorífico del jurado, que quedó sorprendido con la velocidad y la cantidad de oficios que tuvieron que abordar los concursantes en poco más de seis horas. "Fue el más logrado y el que tuvo más carácter, además de coherencia y armonía en la elaboración. Estaba bien resuelto", nos comentó el experimentado interiorista catalán. Argumentos que compartieron los tres miembros del jurado, para los que este salón fue el único que reunió las características y la esencia del estilo asignado. La decisión del maestro de maestros fue la que llevó a la pareja vasca a subir al andamio de los salvados, además de demostrar a sus adversarios que como decoradores son una de las parejas más fuertes de la edición.
Claves del espacio
1. Boceto previo: José e Iratxe optaron por hacer un esquema de su proyecto antes de ponerse manos a la obra. Con los muebles y complementos del estilo ya elegidos, el decorador bilbaíno replanteó su propuesta en papel.
2. Segundas pieles: Los tonos que definen este estilo son el gris, negro, beige, marrón, rojo y los metalizados. La pareja optó por revestir las paredes de pintura gris a la que dio un aspecto a hormigón envejecido. La misma técnica fue trasladada al suelo, más por casualidad que por decisión anticipada, y el ventanal y sus celdas se resaltaron en negro.
3. Mobiliario retro: Hierro, acero y madera se encuentran entre los elementos claves de este género, que fueron trasladados al set en elementos tan destacados como la estantería, la mesa de centro y la chimenea. Las butacas y la alfombra roja fueron las dos notas de color. Asimismo, las seis láminas de estilo gráfico elegidas encajaron a la perfección.
4. Orden absoluto: El uso del espacio es amplio y abierto con zonas diáfanas, algo que este este caso echamos de menos. Si primó el orden absoluto y el mobiliario y los elementos minimalistas respiraban.
5. Iluminación: Una buena iluminación supone el 80% de una propuesta acertada y en este caso fue fundamental no cubrir el ventanal con cortinas. Faltaron lámparas metálicas y flexos caracteríticos de este estilo.