El programa de este lunes de Masters de la Reforma ha arrancado en la playa de Sanlúcar de Barrameda y con un enorme privilegio en juego: la inmunidad. La pareja que consiguiera restaurar e instalar mejor una puerta corredera en la prueba de habilidad no podría ser expulsada esta semana por los jueces.
Nuestros peones han hecho lo que han podido para conseguir este privilegio y, para sorpresa de todos, los gemelos son los que han resultado ganadores, al ejecutar casi a la perfección una puerta bicolor que evocaba a las antiguas casetas de playa que antes se utilizaban como vestidores.
Los peor valorados han sido Elisa y Antonio, que presentaron una puerta que han tenido que recolocar tres veces y que estéticamente ha sido un desastre. Según los jueces, la pareja “no ha sabido medir, ni lijar, ni han rematado nada”.
Tampoco estuvieron muy acertados Álex y Naomi. La pareja de Castellón no tenía ni idea de cómo poner los rieles en los que debían colgar las puertas, tarea que se les ha complicado aún más cuando se han encontrado con que las instrucciones de la instalación venían en inglés y no sabían ni traducir lo que se les indicaba.
José e Iratxe, por su parte, no acabaron a tiempo el trabajo, lo que desembocó en una nueva discusión entre ambos. En el veredicto final, los jueces calificaron su puerta como “tormentosa” y la compararon con su relación. Finalmente, la puerta de Jéssica y Paco tampoco convenció a los jueces, ya que su puerta no estaba bien nivelada.
Así quedaron sus trabajos: