La nieve, las bajas temperaturas y el bajón por la marcha de Borja y Qrro hicieron mella en los peones durante la tercera prueba de habilidad, que tuvo lugar en los aledaños del Monasterio de Santa María del Paular, en plena sierra madrileña. En esta ocasión, las ocho parejas tuvieron que enfrentarse a un camino de adoquines y para su elaboración contaron con tres patrones distintos, aunque el jurado valoró no solo su buena ejecución, en la que era crucial el buen nivelado, sino también la creatividad en el dibujo, además de ser moderados con el uso del material.
Tomás, Pepe y Carolina se toparon con trabajos muy irregulares y en algún caso desastrosos, sobre todo en el de los gaditanos, a priori unos expertos en la materia, y también con la propuesta de las Nastis, que volvieron a acusar su peculiar tranquilidad. Ganaron de nuevo Paco y Jéssica, pero el jurado tenía guardada un as en la manga. En esta ocasión, los líderes saldrían de los peor valorados, Chano y Raúl y Sílvia y Maite. Los vencedores contaron con varios privilegios como elegir en qué equipo competirían y decidir si abordarían la reforma exterior o interior.
Consejo: Cómo se hace un suelo adoquinado
Una vez decidido el dibujo de los adoquines, se prepara la capa base de arena, se compacta y nivela bien con listones de madera. Es importante no pisar el terreno recién pavimentado. Los adoquines se deben colocar de arriba hacia abajo, de tal manera que nos vayamos apoyando en los que ya estén colocados dejando entre ellos una separación de entre 3 y 5mm. Con un martillo de goma se golpean ligeramente para que todos queden a la misma altura. Una vez comprobado el nivel, se receban con una capa más fina de arena. Con una escoba se distribuirá el resto del material por las juntas hasta que los huecos quedan bien cubiertos.