
Salón (antes)
El viejo salón con terraza, se organizaba en paralelo porque era la mejor opción para garantizar una cómoda zona de paso y disfrutar de la luz natural. En sí no necesitaba una renovación estructural, pero sí una ampliación para dar cabida a un comedor más funcional.

Salón (después)
La transformación de este espacio es una cuestión de formas, colores y estética. El binomio blanco y negro, con la luz procedente del exterior, aporta una nota muy sofisticada al salón.Se ha intercambiado el sofá y el mueble para poder tener más visibilidad de la zona del comedor y poder mantener conversaciones entre ambos espacios.

Comedor (después)
El comedor requería de una buena reforma para poder diseñar un espacio en el que se pudiera reunir toda la familia, ya que se les hacía muy pequeño.

Comedor (después)
El derribo de dos muros fue la mejor solución para diseñar el nuevo espacio familiar, perfectamente separado de la zona de noche. Esto permitió instalar una gran zona de almacenaje en el comedor, además de ampliarlo de manera que fuera el primer ambiente visual cuando se entra en casa.

Cocina (antes)
La cocina era un espacio en buenas condiciones pero desfasado a nivel estético. Disponía de una mesa para las comidas informales o desayunos que ocupaba demasiado espacio.

Cocina (después)
En la cocina se optó por la vitalidad del mosaico hidráulico en el pavimento combinado con blanco, madera y con el matiz azul pastel de los taburetes (una réplica del modelo de la firma Tolix). Con la reforma se duplicó la superficie de trabajo y se incorporó una pequeña barra para los momentos del desayuno. Aquí el color, los materiales y los armarios (algunos con puertas tipo persiana) son la clave del éxito de este espacio.

Baño (antes)
El baño, como el resto de la casa, aunque funcional, era obsoleto a nivel estético. El lavamanos con volumen frontal restaba metros de tránsito en este espacio y la bañera resultaba poco práctica.

Baño (después)
Se renovaron los dos baños, en la imagen el perteneciente a la suite. La empresa encargada del proyecto de rehabilitación e interiorismo, Dröm Living, se centró en la búsqueda de la funcionalidad y la optimización de cada metro cuadrado en un diseño en gris y blanco, elegante y sofisticado. Destaca por sus griferías empotradas entre el espejo y el lavamanos y porque este último es un modelo sobreencimera de buenas proporciones colocado en un mueble volado.