Las fundas de sofá son perfectas para conservar y proteger la tapicería de cualquier percance, desde los desastres que pueden ocasionar las mascotas o niños pequeños, a posibles caídas de comida o bebida. Pero, no hace falta ser tan catastrofistas, si, por ejemplo, tienes un sofá con una tela muy delicada o a la que le tienes mucho cariño, también es una buena forma de cuidarlo y mantenerlo.
Encontramos fundas de sofá de múltiples tamaños, formas, colores y materiales. Cada sofá tiene una funda adecuada (ya sea a medida o standard), solo es cuestión de pararse a decidir cuál encaja mejor con el estilo decorativo del salón.
En definitiva, las fundas de sofá son la solución perfecta para mantener en buen estado tu sofá durante muchos años o una idea deco para cambiar el look del salón sin invertir mucho dinero.
Sigue leyendo para descubrir cómo acertar a la primera con tu funda de sofá.
Los tipos de fundas de sofá
Hoy en día, existen infinidad de diseños de fundas de sofá, adecuados a cada gusto y necesidad. Y todas ellas se pueden clasificar de diferentes formas. Así, si las dividimos en atención al tejido, hay las elásticas, aquellas que son fabricadas con tejido elástico y que se adaptan muy fácilmente al sofá. El tejido, pues, se puede estirar hacia una dirección que suele ser a lo ancho, pero no a lo largo. A continuación, encontramos las fundas bielásticas, que son las que mejor se adaptan a todos los modelos de sofás, sillones, chéster... y es que se fabrican con tejido bielástico, en otras palabras: el tejido se puede estirar a lo largo y a lo ancho. Y finalmente, están las rígidas, que son elaboradas con tejido no elástico y, por tanto, son más resistentes que las anteriores, pero se adaptan a un tipo de sofá en concreto.
Si las clasificamos según la forma del sofá, podemos hablar de muchos tipos, ya que dependerá del tipo que tengamos. Así, podemos encontrar fundas de sofá chaise longue, las cuales tienen en cuenta dos cosas: la posición del brazo -si se encuentra en la derecha o la izquierda- y si es corto o largo. También está la funda de sofá chester; las de sofá click clack, las cuales no tienen apoya brazos y están diseñadas para tener en cuenta la apertura y cierre típico de estos sofás. Y, también, hay las de sillones orejeros, el tradicional sillón de toda la vida de una sola plaza.
Y así podríamos hablar de muchas clasificaciones más: fundas para sillón relax normal o relax completo; con respaldo o sin respaldo, por el número de plazas que tenga el sofá; universal o de lazos...
Aspectos esenciales a tener en cuenta para elegir la mejor
Para elegir la mejor funda de sofá es vital tener en cuenta un seguido de aspectos. El primer paso, y el más importante, es saber el modelo de sofá que tenemos, así como el estilo que queremos. Una vez claros ambos temas, toca ponerse a medirlo. Una correcta medición del sofá/sillón es vital para asegurarnos que va a encajar como un guante. Así, en la ficha del producto vas a encontrar una pestaña que habla de sus medidas, y así podrás tener la referencia e ir a buscar la funda con toda la información necesaria. Y, con todos estos pasos, es momento de ir a la tienda física u online a elegir la funda de sofá que se adapta mejor a tus necesidades.
Las ventajas de usar fundas de sofá
Son muchas las razones por las cuales usar una funda de sofá es totalmente necesario pero, la principal es, sin lugar a dudas, protegerlo de cualquier afectación externa. Las fundas garantizan darle larga vida a los sofás y sillones. Así, podemos hablar de los siguientes beneficios:
- Sofá siempre limpio: las fundas por lo general son muy fáciles de limpiar, mucho más que el tejido del sofá en sí, por tanto, siempre limpio.
- Adiós al problema de olores: algunos sofás tienden a impregnarse de olores, pero con las fundas esto no pasa, ya que con los lavados los malos olores se van totalmente.
- Darle una segunda vida a tapicerías viejas o gastadas: si tu sofá es viejo o gastado, no hace falta cambiarlo, con una funda se verá nuevo como el primer día y te ahorras la inversión.
- Mayor tranquilidad, en especial con niños y animales:si los niños o animales empiezan a jugar en el sofá, tu tranquilidad aumentará muchísimo debido a que el sofá está protegido y puede limpiarse con facilidad.
- Una funda para cada tipo de sofá: existen una multitud de variedades de fundas de sofá para adaptarse a todas las necesidades y gustos y a todos los presupuestos.
Cuidado y mantenimiento de las fundas de sofá
Deteniéndonos en una de las principales ventajas, las fundas de sofá son muy fáciles de lavar. El proceso de limpieza es muy rápido y sencillo y, además, la mayoría de las fundas para sofás y sillones se pueden incluso lavar en la lavadora. Por último, al ser tan fáciles de poner y quitar, se puede repetir el proceso tantas veces como sea necesario.
Sin embargo, es esencial tener dos aspectos claros antes de ponerse con la tarea: son resistentes, pero no irrompibles. Con tal de evitar rotos o desteñidos, en primer lugar, es vital seguir las indicaciones del fabricante en cuanto a cuidados y lavados. Esto se encontrará en la etiqueta de la funda, donde también figuran los materiales y tamaños. Y, en segundo lugar, hay que evitar los ciclos de lavado largos y seleccionar aquellos cortos. Además, es mejor no exceder nunca los 40ºC (lo ideal son 30ºC). Finalmente, para secarlas, la mejor opción es elegir un lugar cálido y bien ventilado.
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