Nos pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, de ahí la importancia de elegir un buen colchón (y sus perfectos acompañantes) para lograr un beneficioso y feliz descanso. A lo largo de este artículo os daremos los consejos prácticos para escoger el colchón perfecto según tu posición, peso y necesidades.
Para acertar, hablamos con la Asociación de la Cama (ASOCAMA) que recomienda siempre probar el colchón en tienda: “Dedícale 15 minutos, pasando 5 tumbada boca arriba y 5 de cada lado; así descubrirás si es el que mejor se ajusta a tus necesidades”. Si te cuesta recolocarte o la columna no apoya bien, no es el adecuado.
¿Cómo elegir la firmeza?
Por otro lado, la firmeza sí importa: no es lo mismo dormir boca arriba o de lado.
- Si duermo boca arriba: firmeza suficiente para que toda la espalda repose en el colchón
- Si duermo de lado: al apoyar solo las curvas, se requiere un modelo más suave y menos firme.
¿Cómo elegir los materiales?
Asimismo, la elección de los materiales (viscoelástico, muelles, espuma o látex, entre otros) dependerá de los gustos y preferencias de cada usuario, de la temperatura corporal individual durante el sueño... ASOCAMA aconseja que el colchón y la base se elijan juntos para que se complementen y logren el descanso reparador adecuado.
Tipos de relleno
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Viscolesástica: Es la responsable de la sensación de acogida que notamos al tumbarnos. También se encarga de repartir el peso del cuerpo y de la adaptabilidad, permite una buena circulación del aire y evita que se acumule calor y humedad.
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Fibra de coco: Potencia la transpirabilidad y aporta una perfecta firmeza. La fibra de coco atrapa la humedad del ambiente y mantiene la cama seca, es un material respetuoso con el medio ambiente y muy duradero. Además, tiene propiedades antialérgicas y es biodegradable.
- Muelles Encasados: Se trata de muelles dispuestos en bolsitas que ayudan a una mejor adaptación del colchón a cuerpo, sin zonas con un exceso de presión, incluso si es un colchón compartido. Son muy resistentes al peso y favorecen la transpirabilidad.