Cómo construir espacios saludables gracias a la geobiología

Claves para reducir la contaminación invisible y mejorar tu calidad de vida en tu lugar de descanso

Pere León, experto en geobiología, nos propone 10 soluciones fáciles para crear ambientes sanos

Cómo construir espacios saludables gracias a la geobiología
Cómo construir espacios saludables gracias a la geobiología
Foto: Cat Han para Unsplash

Dicen que, en general, los seres humanos pasamos más del 90% de nuestro tiempo bajo un techo, y más del 50%, del mismo, en nuestra vivienda habitual. De ahí la necesidad de transformar nuestros hogares en espacios saludables que garanticen nuestro bienestar a todos los niveles. ¿Cómo lo conseguimos? Siguiendo los consejos que nos proporciona le geobiología. 

Sin duda alguna, el dormitorio es el lugar en el que más horas pasamos y es allí, mientras dormimos, donde realizamos los procesos de reparación celular. Por eso es primordial que sea una zona alejada de la presencia de radiaciones naturales y artificiales que interfieren en nuestro descanso y en los ciclos de sueño.

Identificar las alteraciones del subsuelo —como el paso de corrientes de agua subterránea y los campos electromagnéticos que alteran los ritmos biológicos inmunes de las personas— para intervenir y reducir su impacto es uno de los principales objetivos de la geobiología. Una ciencia que, aplicada a la arquitectura, permite evitar la contaminación electromagnética para mejorar el descanso y prevenir enfermedades producidas por la presencia de alteraciones del campo eléctrico.

Pere León, geobiólogo, arquitecto y autor de La buena onda y El buen dormir, tiene claro que “la arquitectura debe estar al servicio de la salud humana y velar por mantener la homeostasis natural con la que nos hemos desarrollado como humanos”. “El hombre debe ser muy consciente del lugar que habita y de cómo le va a influir en su longevidad y su estado de salud. Una casa patógena va a enfermar a su morador en poco tiempo y, aunque cuide la alimentación, haga deporte y tenga una actitud positiva ante la vida, su entorno le va a minimizar la salud”, añade.

Tal y como él dice, “nuestra vivienda es nuestra tercera piel” y por eso “debemos cuidarla, mimarla y no alterarla para que nos pueda proteger y facilitar una buena vida, sana y feliz”.

Cómo construir espacios saludables gracias a la geobiología
Foto: Hutomo Abrianto para Unsplash

Señales que alertan de que es necesario un cambio  

Vivimos rodeados de todo tipo de venenos invisibles como tóxicos ambientales (formaldehídos, compuestos orgánicos volátiles, CO2, etanoles, disolventes, fenoles, bencenos, etc.) que están presentes en nuestro hogar y que inhalamos de forma involuntaria, y radiaciones procedentes de campos electromagnéticos tanto de baja como de alta frecuencia. La gran mayoría provienen de antenas de telefonía 3G, 4G y 5G, teléfonos inalámbricos, Wi-Fi y radares, así como tendidos eléctricos, líneas de alta tensión, transformadores, cuartos de contadores, trenes, etc.

Todo ello, señala Pere León, “influye negativamente en nuestros procesos de reparación celular a medio y largo plazo”. Según la Organización Mundial de la Salud, una cuarta parte de las enfermedades tienen origen en las malas condiciones ambientales del entorno y el lugar de descanso. Pero ¿cómo saber si nos encontramos en un espacio que está afectando a nuestra salud?

A continuación, el experto enumera algunas de las señales que indican que allí donde pasas la mayor parte de tu tiempo existen alteraciones que están debilitando tu sistema inmunológico:

  • Despertarse entre las tres y las cuatro de la noche y no volverse a dormir hasta la madrugada.
  • Apretar los dientes o hacer bruxismo.
  • Dormir mejor fuera de casa, incluso aunque la cama sea incómoda.
  • Levantarse más cansado que cuando te fuiste a dormir.
  • Despertarse con dolor de cabeza, apático y triste.
  • Caída del sistema inmunológico y aparición de enfermedades graves.
  • Contracturas musculares, cervicales y lumbares.
  • Modificación de la microbiota y el equilibrio intestinal.
  • Sufrir acúfenos o tinnitus (pitidos en los oídos) nocturnos.
  • Arritmias y taquicardias.
  • Sudoración nocturna y latigazos en la columna.
  • Intolerancias alimentarias, malas digestiones o aparición de cándidas y/o parásitos intestinales.
  • Alteraciones hormonales, como retraso o avance del periodo.
  • Incontinencia urinaria, caída del cabello y falta de crecimiento, especialmente en niños.

Señales que alertan de que es necesario un cambio
Foto: Poligonchik para iStock

¿Qué hacer si detectas varias de estas señales?

Aunque lo ideal es hacer un estudio geobiológico de cada caso particular para analizar la intensidad del flujo electromagnético y buscar la solución más adecuada para corregir y sanar el espacio, Pere León nos da una serie de recomendaciones de fácil aplicación que ayudan a mejorar el entorno en lugares de descanso como el dormitorio:

  1. Desenchufa todos los aparatos eléctricos mientras duermes. En caso de no ser posible, es aconsejable colocarlos a una distancia mínima de entre 50 y 60 cm del cuerpo.
  2. Apaga el Wi-Fi por la noche o incluso en otros momentos del día en los que no lo necesites.
  3. Pon el móvil en modo avión y evita dejarlo en la mesilla de noche.
  4. Desenchufa la lamparita de noche, la cama eléctrica y cualquier otro gadget que haya alrededor.
  5. No utilices ambientadores ni esencias en el dormitorio.
  6. Ventila la estancia, como mínimo, cinco minutos al día.
  7. No mires el televisor en el dormitorio y cambia este hábito por una buena lectura antes de ir a dormir.
  8. Usa tejidos naturales como el algodón y el lino en la cama.
  9. Utiliza luz cálida para fomentar un buen descanso.
  10. Pon una planta pequeña para ayudar a purificar el ambiente.

En cuanto a la ubicación de la cama, puntualiza el geobiólogo, lo más aconsejable es que esté lo más orientada posible al norte, ya que está científicamente demostrado que esto favorece los procesos biológicos de reparación celular nocturna. Sin embargo, en el caso de que no sea posible, lo siguiente más recomendable es orientarla al oeste, al este o al sur en último lugar. 

Por otra parte, para eliminar los campos electromagnéticos a nivel arquitectónico, el experto recuerda que existen materiales específicos con los que revestir las paredes y telas especiales para las ventanas que evitan la entrada de radiaciones de alta frecuencia como las producidas por las antenas de telefonía móvil.

Sobre el autor

Jara Marín Vega

Periodista

Periodista freelance y amante de la literatura. Escribir y leer siempre han sido mis dos grandes pasiones. Hoy puedo decir que sobrevivo, en todos los sentidos, gracias a ambas. En mi casa nunca faltan libros ni velas. Además, me encanta tener siempre a mano un boli y una libreta, y el móvil, en silencio.