Pocas personas se resisten ya a incluir en sus hogares un par de plantas. En el interior, el color verde de las suculentas, los ciclámenes o las hiedras llenan de vida el ambiente. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando tenemos mascotas? ¿Pueden convivir los animales con las plantas?
La idea de un universo armónico en el que las diferentes especies vegetales conviven con los animales no es tan fácil como parece. Las ramas y las hojas pueden ser muy tentadoras para algunos animales, que comienzan a explorar el ambiente jugando con este tipo de elementos muchas veces tóxicos para ellos.
Por eso, si tenemos gatos o perros, Manomano aconseja que debemos fijarnos muy bien en qué tipo de plantas queremos colocar en nuestro salón para que nuestra mascota no corra peligro en caso de ingerirlas. Lo ideal es que, antes de comprar una planta, nos fijemos en su etiqueta, los niveles de toxicidad y las consecuencias que podría tener en nuestra mascota.
De hecho, no es lo mismo tener una mascota ya habituada al espacio que traer un cachorro a casa. En este tipo de situaciones debemos mantener a este animal alejado de la planta durante sus primeros meses de vida, ya que suelen mordisquear cualquier cosa que alivie las molestias ocasionadas por la aparición de los dientes. Por ejemplo, los juguetes para perros o para gatos pueden resultar un aliado para atraer su interés y distraer su atención de esas especies vegetales.
Además, si quieres que el binomio plantas-animales se mantenga, puedes jugar tus propias cartas. ¿De qué manera? Puedes utilizar una distribución que les impida trepar hasta ella o alcanzarlas desde el suelo. Otra solución es emplear macetas colgantes o mallas plásticas con las que rodear las plantas y evitar que trepen porque les provoca una sensación de inestabilidad.
En caso de salir a la terraza o al jardín con ellos, ten siempre a mano uno de sus juguetes para conseguir llamar su atención y distraerlos si es necesario. Y en los meses más calurosos, no coloques el recipiente de agua cerca de la planta, ya que preferirán morder algunas hojas o tallos antes que beber de un plato donde las altas temperaturas han calentado el agua.
Hay quien, de hecho, prefiere apostar por repelentes que se presentan en formato spray y que se aplican alrededor de las zonas a proteger. Están formulados a base de plantas y resultan totalmente inocuos para ellos, así que puedes utilizarlos con tranquilidad, ¡pero sin abusar de ellos! Si no, siempre puedes emplear algunos remedios naturales y caseros, elaborados con productos que podemos encontrar en cualquier lugar como vinagre, canela, romero, cáscaras de cítricos o café molido. Evita el uso de pimienta o cayena porque podría afectar a sus ojos y mucosas.
Por último, es interesante etiquetar las plantas y escribir su nombre científico, así podrás identificar rápidamente el origen, conocer su grado de toxicidad y poder informar al veterinario de las plantas que pueda haber ingerido. Si tienes mascotas o si quieres tenerlas, y además eres un amante de las plantas, te dejamos con algunas de las especies más comunes en los hogares que pueden resultar tóxicas para los animales.