Torel 1884 Suites & Apartments, del grupo Torel Boutiques quién dispone de dos hoteles más en Oporto -Torel Avantgarde y Torel Palace- y otro en Lisboa, Torel Palace Lisboa, es un lugar muy especial ubicado en el centro de la ciudad a un paso de la Avenida dos Aliados y de la zona ribereña de Ribeira. O más bien debemos hablar de espacios en plural, ya que Torel 1884 es la unión de dos edificios: un encantador y llamativo palacio del siglo XIX en la Rua Mouzinho da Silveira que alberga el “hotel” per se y un edificio tradicional de 11 apartamentos a pocos metros de la Rua das Flores.
"El 15 de febrero de 2019, Torel 1884 abrió sus puertas y desde entonces, no hemos parado de buscar ofrecer siempre el mejor servicio y un trato muy familiar a cada uno de nuestros visitantes", nos explica Luis Osório Alves, Director del hotel. Una sensación que se consigue en el hotel per se así como en los apartamentos, aunque el objetivo de ellos es ser un lugar más independiente, para vivir Oporto como un local.
La diversidad cultural como tema principal
Un edificio tan majestuoso, un gran palacio excepcional, requeria de una gran historia que contar. Así, se eligió la diversidad cultural de las tierras lejanas que encontraron los portugueses en sus viajes martítimos como el tema por excelencia. "El concepto del hotel está inspirado en algunos de los exóticos descubrimientos que los marineros portugueses hicieron a lo largo del mar y las rutas comerciales que siguieron. Un poco de mucho que pretendemos incluir en cada rincón del hotel. La forma de celebrar las inreíbles riquezas de los continentes que visitaron y las influencias que hemos heredado", sigue contando Luis. Muchos de los materiales y productos encontrados, pues, son presentes en el hotel: desde la pimienta, la porcelana, el café o incluso la seda y muchos más.
La unión entre lo audaz, lo sutil, lo clásico y lo contemporáneo. Un mix de todo que se entrelaza y crea espacios con mucha armonía y elegancia. La naturaleza y sus colores y materiales, han sido fuente recurrente de inspiración para los interiores de Torel 1884, unos donde los grandes ventanales, amplias habitaciones, techos altos, elegantes escaleras y un majestuoso tragaluz que corona el techo. Cada detalle es clave, desde los colores hasta las texturas, y desde el uso del lino, el algodón y la seda hasta el de la madera, la rafia y la caña. Todo ha sido seleccionado cuidadosamente para agregar refinamiento al concepto.
Interiores con mucha historia
"En la medida que ha sido posible, la rehabilitación del palacio ha conservado la estructura y los materiales originales, incluida la piedra, parte del suelo de madera y los detalles decorativos, conservando gran parte del alma del edificio. Para lograrlo, se ha trabajado con varios estudios de la ciudad", nos sigue explicando Luis. El proyecto arquitectónico fue obra de Miguel Nogueira mientras que los interiores han sido diseñados por Nano Design, estudio que anteriormente había contribuido a las habitaciones de Torel Avantgarde, el hotel hermano.
"El encargo era realzar la belleza arquitectónica del edificio, con el concepto de mostrar los descubrimientos del mundo como objetivo principal. Se tenía que ver en cada rincón y esquina y el resultado ha sido excepcional", explica Luis. "Se ha prestado mucha atención a cada detalle, con accesorios de madera hechos a medida, la exhibición del arte tradicional de las borlas hechas a mano y acabados decorativos que dan a cada habitación un toque personalizado, utilizando proveedores y artesanos portugueses siempre que ha sido posible".
Los interiores también presentan el trabajo de los artistas Jorge Curval y João Pedro Rodrigues. El primero fue responsable de las grandes pinturas que jalonan los distintos espacios, proporcionando una interpretación personalizada de los temas elegidos, mientras que la obra del segundo se puede ver en la zona de entrada. Basándose en las musas de los Lusiads de Luis Camões, ha creado una instalación que combina fuerzas opuestas y complementarias: lo tangible y lo intangible, lo etéreo y lo humano. "Expuestas una frente a otra en paredes opuestas, por un lado hay seis cabezas de colores claros que representan a los dioses de la naturaleza, la pureza y lo celestial, y frente a ellas, trece cabezas oscuras que representan el mundo físico y las personas con todas sus debilidades y limitaciones", dice Luis.
Tres plantas: tres continentes
El hotel per se esta formado por tres plantas y cada una de ellas representa un continente y los nombres y temas de las habitaciones se definen en consecuencia. "Cada habitación es diferente y única, e incluso hay muchos clientes que ya tienen su favorita y quieren siempre repetir", nos explica Luis. África impregna la planta baja donde se ubica la recepción, el restaurant Bartolomeu Wine Bistro, los baños y dos salones con patio, “Suleiman” y “Malagueta”.
Subiendo las escaleras se llega al primer piso inspirado en America. Así, sus cinco habitaciones representan dicho continente: “Madera exótica”, “Pájaros exóticos”, “Café”, “Caña de azúcar” y "Tabaco", son sus nombres. En la sala “Madera exótica”, te adentras en los ricos colores de la Selva Amazónica; en la habitación “Pájaros exóticos”, el tono lo marcan el terciopelo y la caña, y la exuberancia del papel pintado del baño. Los marrones y negros dominan la sala “Coffee”, salpicada de arpillera; el salón “Caña de Azúcar” tiene tonos naturales y claros; y la sala “Tabaco” está envuelta en una sorprendente tonalidad de verde esmeralda, que recuerda a las hojas de tabaco.
El segundo piso es una invitación a descubrir los encantos de Asia. Las cinco salas se denominan “Té”, “Porcelana”, “Seda”, “Tapiz” y “Especias”, en homenaje a la herencia oriental de Portugal. Los colores tierra, un biombo de temática oriental y alfombras de rafia dan una sensación sutilmente picante a la sala “Spices”, mientras que la sala “Tea” nos transporta a frondosas plantaciones verdes, con algodón y lino de colores, papel pintado de hojas de plátano y un alfombra de rafia como toque final. Las habitaciones "Porcelana", "Seda" y "Tapestry" son más ricas y reflejan el lujo asiático. Los siempre clásicos azules y blancos dominan la habitación "Porcelain", con una cama con dosel y un sofá antiguo, y un lujo de terciopelo, latón y madera. Clásica y refinada, la habitación “Silk” tiene cortinas de terciopelo y borlas de seda, bambú en las puertas de los armarios y escenas de la vida asiática en las telas. Finalmente, la sala “Tapestry”, con negro, blanco, beige y algunos toques de color, un sillón de tela estampada y un taburete con flecos, completa con elegancia la temática asiática.
Y todo culmina con la biblioteca, el lugar ubicado bajo un enorme tragaluz con mucha luz natural que es un auténtico oasis de paz. Un lugar perfecto para tomar un descanso en uno de los cómodos sofás o un exquisito cóctel en su honesty bar: un antiguo baúl de viaje transformado en un bar donde los huéspedes podrán servirse una bebida mientras se sientan con un buen libro o entablan una interesante conversación.
Los apartamentos, donde sentirse como un local
"Los apartamentos son pensados para vivir una experiencia diferente, más local pero también se puede seguir disfrutando de todos los beneficios del hotel como los masajes, el restaurante, desayuno y demás", dice Luis. Los 11 apartamentos – “jengibre”, “azafrán”, “pimentón”, “cilantro”, “mostaza”, “albahaca”, “clavo”, “cúrcuma”, “cardamomo”, “pimienta” y “canela” – están ubicados en la calle Rua das Flores y se dividen en 5 categorías que siguen el mismo concepto que las 1884 habitaciones.
El restaurante, el viaje de Bartolomeu Bistro & Wine
En la planta baja, con salida directa a la calle, se encuentra Bartolomeu Bistro & Wine, el restaurante del hotel que está abierto tanto para los huéspedes como el público general. El lugar donde se sirven los desayunos a la carta cada mañana, pero que sigue abierto durante todo el día para dar la posibilidad de disfrutarlo a cualquier hora. "El bistró lleva el nombre de Bartolomeu Dias, un marino portugués del siglo XV que exploró tierras y mares lejanos. Es un lugar elegante y relajado para disfrutar del buen vino, la buena comida y la buena conversación", explica Luis.
"El vino ocupa aquí un lugar de honor en una lista que presenta cosechas portuguesas de las regiones del país, de norte a sur, con especial atención a los pequeños productores. La única excepción a la regla es el champán. En cuanto a la comida, ha sido creada, como es de esperar, para acompañar al vino y sigue la máxima de Anthony Bourdain de que “la buena comida es muy a menudo, incluso la mayoría de las veces, comida sencilla”. El concepto es el de un bistró con comida de inspiración francesa elaborada con ingredientes frescos portugueses suministrados por productores locales, siempre que sea posible", sigue contando.
Torel 1884 es un boutique hotel muy particular en el centro de Oporto, que ya es la casa de muchas personas cuando deciden viajar en Oporto. “Tenemos huéspedes habituales, que vienen muy a menudo y que incluso siempre demandan la misma habitación, y por supuesto, siempre que podemos se la ofrecemos. Buscamos complacer a cada uno de nuestros huéspedes y que se sientan parte de la familia Torel”, dice Luis. Bienvenidos a casa, bienvenidos a Torel 1884.
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