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Responsabilidad, diseño y origen se funden en esta hospedería que rinde homenaje a los vinos de Cádiz

La blancura y la luz de Vejer de la Frontera impregnan este alojamiento que destila sencillez y autenticidad

Su decoración, a cargo de Hannun, demuestra que estética y sostenibilidad son conceptos totalmente compatibles

Estancia de Albariza Hospedería
Estancia de Albariza Hospedería

Por entre las sinuosas calles del barrio de la judería de Vejer de la Frontera, uno de los pueblos más pintorescos de la Costa de la Luz, llegamos a Albariza Hospedería. Una casa de huéspedes de cuyas paredes emana la esencia de la tierra a la que hace honor su nombre, esa en la que se asientan las viñas de las que provienen los vinos tradicionales de Cádiz.

En su interior, el visitante halla refugio y sosiego. Un espacio de paz en el que, nada más cruzar la puerta, siente una profunda conexión con la naturaleza. Ese era el mayor deseo de su gerente, Ana Poley, y el motivo por el que encargó el proyecto de decoración a Hannun, marca española referente en el diseño, fabricación y distribución de muebles sostenibles.

“Conectar nuestros valores y nuestros productos estrella con la hospedería ha sido lo más divertido y la clave de la estética del espacio”, asegura Laura García Pérez, estilista de Hannun

Desde el primer momento, ambas tuvieron claro lo que querían crear: un lugar respetuoso con el medio ambiente que mantuviera una relación directa con lo artesano y revalorizara lo propio de la zona con una visión contemporánea.

Y lo consiguieron. Uniendo su filosofía, igual en esencia, dieron vida a un alojamiento en el que priman los materiales naturales y el producto español, con un claro vínculo a la historia de las viñas y las bodegas de la provincia, que actúan como hilo conductor.  

Sobre el autor

Jara Marín Vega

Periodista

Periodista freelance y amante de la literatura. Escribir y leer siempre han sido mis dos grandes pasiones. Hoy puedo decir que sobrevivo, en todos los sentidos, gracias a ambas. En mi casa nunca faltan libros ni velas. Además, me encanta tener siempre a mano un boli y una libreta, y el móvil, en silencio.