Mercer Barcelona, un hotel atemporal en el barrio Gótico de Barcelona, celebra sus 10 años de existencia

Siendo ya uno de los boutique hotel más emblemáticos de la ciudad, Mercer Hotel Barcelona cumple diez años igual de especial que el primer día

Un lugar que cautiva por sus techos altos, estilo rústico y al mismo tiempo minimalista y su exquisita gastronomía (y su espectacular vajilla)

Mercer Barcelona, un hotel atemporal en el barrio Gótico de Barcelona, celebra sus 10 años de existencia
Mercer Barcelona, un hotel atemporal en el barrio Gótico de Barcelona, celebra sus 10 años de existencia

El Barrio Gótico de Barcelona acoge uno de los hoteles más icónicos de la ciudad, Mercer Hotel, un lugar único que celebra 10 años de su existencia. “Un hotel muy especial, y totalmente atemporal que ha sabido perdurar en el tiempo igual de precioso y especial que el primer día” nos cuenta Amanda Molina, directora de proyectos de la firma. “Todo gracias al gran trabajo que realizó el estudio de arquitectura Rafael Moneo en la rehabilitación del hotel, con quién trabajamos mano a mano para que saliera todo de forma impecable y tal como nos lo habíamos imaginado”.

Un proyecto convertido en un boutique hotel situado en el corazón de Barcelona que ha conseguido convertirse en el buque insignia de la hospitalidad urbana de lujo. Un enclave que después de diez años sigue conservando ese punto de confort, calidad, pero también glamour que tanto le caracteriza. Una experiencia que empieza con su majestuosa entrada y sigue en cada rincón.  

 

Arquitectura, interiorismo y edificios emblemáticos 

Alojamientos en los que la hospitalidad tiene como escenario edificios históricos reformados por nombres míticos de la arquitectura, la premisa que tanto define la forma de actuar de una firma que ya dispone de alojamientos alrededor de España, como el EME Catedral Mercer Hotel en Sevilla, con sus impactantes vistas a la Giralda. Para esta ocasión, el arquitecta Rafael Monero fue el encargado de llevar a cabo toda la rehabilitación. Un proyecto que culminó con un resultado espectacular y prueba de ello es seguir siendo espectacular tras celebrar 10 años de existencia

 

Mercer Barcelona, un hotel único en el Barrio Gótico de la ciudad.

 

"Fue una rehabilitación muy lenta por la complejidad de la obra y del enclave, pero el estudio de Rafael estubo implicado al máximo desde el primer momento. A cada nuevo paso que dábamos descubriamos cosas nuevas que nos hacian replantear muchos puntos. Esto es lo que pasa cuando se trabaja con edificios ya construídos y tan emblemáticos como el de Mercer Barcelona. Un trabajo muy enriquecedor" nos confiesa Amanda. 

 

La recepción, un claro ejemplo de la complejidad de la obra

"La entrada, y más concretamente la recepción, es un excelente ejemplo de los cambios que tuvimos que ir haciendo conforme íbamos evolucionando. En un primer lugar, sobre plano, tenía que ir situado en otro sitio pero al verlo en directo, decidimos que el mejor lugar es entrando a mano izquierda, en una especie de mini cueva", explica Amanda. 

 

Decoración atemporal con muebles de diseño

“La clave de haber conseguido que tras 10 años Mercer Hotel siga manteniendo su esencia, prácticamente intacta su decoración y todo ello con una calidad excelente es haber apostado por un estilo atemporal. Hay una mezcla de clásico, nórdico, industrial, rústico en el restaurante y con toques más modernos, sobre todo en los detalles. La maqueta, por ejemplo, es un acierto total”, nos sigue contando Amanda. “Ha habido una ligera evolución, en el inicio era un estilo mucho más nórdico y hoy en día encontramos también muchos puntos más modernos porque el hotel y el cliente nos lo pedía. Pero los materiales nobles, las telas artesanas y la gran calidad de cada pieza son y serán siempre la filosofía de la marca aplicada en cada proyecto”.

 

Materiales nobles y de excelente calidad.

 

Otro punto estrella, la paleta de colores

El azul marino, el negro, el granate, el blanco y algunos toques de color más atrevido con lilas y rosas. Así es la paleta de colores que compone todo el hotel. ¿La excepción? El restaurante, un lugar muy rústico donde la madera y sus tonos marrones predominan. “La paleta de colores es también clave para conseguir que sea un hotel atemporal y no pase de moda. Son tonos que por general ya definen mucho la marca, y que, por supuesto, hemos querido introducir en uno de nuestros proyectos más importantes”, explica Amanda.

 

Grandes ventanales y tonos negros y azules.

 

El patio, un remanso de paz donde disfrutar de mucha luz

El patio es una auténtica maravilla, un lugar que invita a sentarse y disfrutar de la iluminación que recibe gracias a la gran claraboya. Por ello, la decoración tenía que ser minimalista, algunas mesas con sillas muy sencillas y poco más. Los naranjos que forman parte del espacio merecen ser los protagonistas y recargarlo demasiado habría sido un error”, revela Amanda.

 

El patio, un lugar donde relajarse.

 

Patio en la planta inferior y rooftop en la azotea con vistas a la ciudad. “En contraposición al patio, la madera es la protagonista de la azotea. Un lugar muy explotado durante el verano, gracias a la pequeña piscina”, explica Amanda. Una zona totalmente al descubierto, pero que consigue esconderse del ruido de la ciudad, y ser disfrutada con tranquilidad y discreción.

 

Azotea con piscina y zona para relajarse.

 

Habitaciones abiertas y con techos altos

“La decisión de como tenían que ser las habitaciones fue mucho trabajo en equipo. Al principio nos las imaginamos mucho más cerradas, con baño y dormitorio separado pero la obra nos hizo ver que tenía que ser todo lo contrario, un único espacio con prácticamente todo conectado”, explica Amanda. Los techos altos, todos recuperados, consiguen aportar sofisticación y calidez al mismo tiempo, y los armarios y paredes en blanco hacen que se convierta en un dormitorio muy confortable.

 

Habitaciones abiertas y con mucha luz.

 

Y un restaurante con una gastronomía excepcional

El restaurante de Mercer Barcelona ha conseguido ser también pieza esencial del proyecto. Un lugar donde se ofrece una propuesta gastronómica firmada por el Chef Xavier Lahuerta que cautiva a cualquier paladar. Con productos de temporada y exquisita calidad, la aventura empieza con los desayunos. Una gran mesa en el centro ofrece propuestas variadas: desde quesos y embutidos, a sofisticados pasteles, quiches y más. A ello se le suma el menú a la carta, con huevos preparados de todas las formas imaginables (los benedictinos son su best seller), ha bollería y panes para todos los gustos. Una aventura que no ha hecho más que empezar, y que sigue con el menú de mediodía y noche, con creaciones que varían en atención a la temporada.

 

Platos exquisitos elaborados con productos locales.

 

“El restaurante es totalmente rústico, con mesas redondas con mucha personalidad, y otras de cuadradas, todas decoradas con majestuosas sillas de madera. Decidimos hacerlo así por la oferta gastronómica, ya que nos pedía ser un lugar más sobrio, sobre todo teniendo en cuenta las paredes romanas que forman parte de todo el espacio”, explica Amanda. Y todo adornado con una vajilla espectacular, decidida por el mismo propietario de la firma.  

 

La madera predomina en todo el restaurante.

 

Sin lugar a dudas, Mercer Hotel Barcelona ha conseguido llegar al 10º aniversario con un aspecto joven y cautivador, prácticamente igual que el día de su apertura. “La clave está en la sostenibilidad, en hacer un diseño que perdure durante mucho tiempo, con ligeros cambios que la evolución de la sociedad nos pide, pero siempre manteniendo nuestra esencia y filosofía”, termina así la entrevista con Amanda. ¿Será este emblemático hotel tu próximo destino?    

 

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Sobre el autor

Mireia Noguer Artigas

Graduada en derecho y periodismo por la Universidad Pompeu Fabra, con un máster en estilismo de interiores y con un título de experta en SEO, he descubierto que el mundo de la redacción y la creación de contenido eran mis dos grandes pasiones. Además, como no podía ser de otra forma, del interiorismo, el deporte, los zapatos, los viajes y la fotografía. Muchas pasiones que canalizo y comparto con el mundo a través de mis textos e imágenes. Así, compagino el trabajo de colaboradora para diversos medios con la creación de contenido y gestión de redes sociales de marcas que me apasionan. 

Tozuda (como me llama siempre mi padre), soñadora, emprendedora y muy amiga de mis amigas; estás son las palabras que mejor me definen. Tengo muchos objetivos y mucha energía para poder llevarlos a cabo; siempre con alegría, buen humor y mil ganas de aprender. No tengo miedo, tengo ganas de vivir al máximo y ver que me depara el futuro. Por el momento podéis leer mis textos en Revista Interiores.