¿Hay algo mejor que entrar a un hotel y quedarte hipnotizado con su interiorismo? Nosotros creemos que sí: saber que su cocina también nos dejará sin palabras. No, no es lo habitual comer bien en un hotel. Hasta ahora, claro. Porque rendirse al buen diseño ya no puede (ni debe) dejar el sabor de una verdadera experiencia gastronómica a un lado. No vale con ser una cara bonita: ahora tienes que hacerme gozar a todos los niveles. Pero además debe funcionar como lanzadera de nuevos y talentosos chefs y, a poder ser, convertirse en una oferta atractiva para locales, ¡no sólo huéspedes!
Por fin, en una evidente fiebre por la alta cocina de la que todavía podemos tirar del hilo, por fin encontramos hoteles de diseño con restuarante donde sentarnos a desayunar, brunchear, almorzar, comer, ‘sobremesear’, merendar, cenar o tomarse un cóctel no resta: redondea la experiencia. Esta es nuestra selección de los 12 hoteles donde la decoración de interiores y la propuesta culinaria compiten por ser los protagonistas. Hoteles que no defraudarán a un foodie, y donde la vista, el olfato y el gusto nos regalan un momento para el recuerdo.