El rooftop de The Norman en Tel Aviv, redefine el concepto de hotel clásico

Después de 8 años de minuciosa remodelación de los dos edificios históricos en Nachmani 23 y 25, el hotel Norman abrió sus puertas en 2014 para convertirse en el hotel referente de Tel Aviv

Una obra maestra del diseñador de interiores de renombre mundial David d'Almada junto con las exquisitas obras de arte de artistas contemporáneos que adornan todo el hotel

El rooftop de The Norman en Tel Aviv, redefine el concepto de hotel clásico
El rooftop de The Norman en Tel Aviv, redefine el concepto de hotel clásico
Foto: The Norman

A pocos pasos de la famosa calle Bulevar Rothschild de Tel Aviv, The Norman abrió sus puertas en 2014 para convertirse en el nuevo hotel boutique de la ciudad. Un lugar muy especial, que no tardó en ser el nuevo place to be con un aclamado reconocimiento internacional. Y no podía ser de otro modo, ya que entrar en The Norman es iniciar una aventura de lujo discreto, elegancia y sofisticación. Pero al mismo tiempo, de bienestar, confort... esa sensación de reunirse con la familia para ocasiones especiales. Cuando uno descubre The Norman necesita volver cada año donde todo seguirá estando como siempre, pero alguna cos habrá evolucionado y que hará que el viaje sea aún más especial. 

Concretamente, The Norman es la reforma de dos edificios muy antiguos de la ciudad ubicados en la calle Nachmani 23 y 25, en la emblemática zona conocida como la 'Ciudad Blanca' -el mundialmente famoso sitio de Tel Aviv, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con edificios históricos de arquitectura Bauhau. Uno de los edificios es la 'casa principal', con habitaciones y suites, la librería, el jardín con el restaurante Alena, el rooftop con la piscina, el spa y la sala de fitness. El otro, un lugar único donde la discreción está presente en su máxima expresión. Suites y Penthouse para ser el hogar de los huéspedes que decidan apostar por ellas. 

 

El edificio princpal donde todo ocurre 

El primer edificio, el número 25 de la calle Nachmani, es el principal del hotel. De estilo modernista, con líneas limpias y contraventanas de madera, una clara muestra de la arquitectura de los años 20. Aquí es donde todo ocurre, el epicentro de The Norman. Nada más poner el pie dentro, una elegante recepción te esta esperando para empezar la aventura en el boutique hotel. A mano derecha, la librería, el lugar donde descansar, trabajar, leer, charlar y todo con exquisitos cócteles. A mano izquierda, el restaurante Alena, con espacio interior y exterior. 

 

El edificio principal, donde todo ocurre.

 

Dos pisos con elegantes habitaciones, decoradas al mínimo detalle con paredes blancas y detalles en color. Principalmente, el marrón y el terracota son los predominantes. Y en el tercer piso, la sala de fitness y el spa y la escalera que lleva al punto estrella: la azotea con una excelente piscina y vistas a toda la ciudad

 

Lujo discreto y sofisticación en el segundo edificio 

El número 23 de Nachmani Street es el otro edificio de The Norman, un lugar donde se busca la discreción y la elegancia así como el máximo confort. Es la casa de los huéspedes que se alojan en él, un hogar al que apetece repetir año tras año. Suites residenciales, disponibles para todo tipo de estancias, que fue construido en estilo ecléctio con influencia renacentista y acentos orientales. En él es donde se ubican también las dos penthouse del hotel y se conecta con el edificio principal por un un bonito jardín de cítricos. 

 

Lujo discreto y sofisticación en el segundo edificio.

 

Una mezcla entre antiguo y nuevo

El interiorismo del hotel, llevado a cabo por el diseñador de interiores de renombre mundial David d'Almada, se caracteriza por combinar texturas y materiales de tiempos pasados, un guiño romántico a épocas anteriores, que se combinan con otros detalles más modernistas y contemporáneos. Un equilibrio perfecto entre antiguo y nuevo, que dan como resultado un lugar atemporal que se adapta a cualquier era. Sin lugar a dudas, The Norman refleja el lujo y el estilo de los grandes hoteles de principios del siglo XX con un telón de fondo del arte israelí contemporáneo.

 

Una mezcla de antiguo y nuevo para un resultado espectacular y atemporal.

 

Una oferta gastronómica para todos los gustos 

El Norman Tel Aviv ofrece una magnífica variedad de experiencias gastronómicas y cocinas para todos los gustos y estados de ánimo. Todo empieza en Alena, el restaurante ubicado en la planta baja que se conecta con el jardín para poder ser disfrutado tanto en interior como en mesas en el exterior. Un lugar único, dirigido por dos chefs de renombre internacional que se ha conseguido posicionar como uno de los restaurantes más emblemáticos para la ciudad. Así, puede ser disfrutado tanto para los locales como los huéspedes. Ambiente elegante pero informal, delicias culinarias, carta de vinos galardonada y servicio de clase mundial. Desayuno, almuerzo y cena. 

 

Alena, donde desayunar, comer y cenar de diez.

 

La librería es otro de los puntos emblemáticos de The Norman, con su The Library Bar, donde degustar exquisitos cócteles. Un lugar equipado con butacas de varios estilos, lámparas, mesitas o taburetes altos para cualquier gusto y necesidad. Y todo termina en el tercer piso, con el mundialmente conocido restaurante de tapas japonesas, Dinings. Reabierto recientemente con nuevos interiores espectaculares y un menú dinámico, el restaurante ha evolucionado con una cocina japonesa con toques europeos. 

 

Dinings, tapas japonesas con toques europeos.

 

Y la experiencia en The Norman no termina aquí, ya que el año que viene contará con un edificio nuevo que está siendo reformado. Una nueva aventura que contará con 7 nuevas suites y un enorme spa equipado con todo tipo de tratamientos. Sin lugar a dudas, el boutique hotel es un espacio donde las aventuras nunca terminan. ¿Será tu próximo destino? 

 

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Sobre el autor

Mireia Noguer Artigas

Graduada en derecho y periodismo por la Universidad Pompeu Fabra, con un máster en estilismo de interiores y con un título de experta en SEO, he descubierto que el mundo de la redacción y la creación de contenido eran mis dos grandes pasiones. Además, como no podía ser de otra forma, del interiorismo, el deporte, los zapatos, los viajes y la fotografía. Muchas pasiones que canalizo y comparto con el mundo a través de mis textos e imágenes. Así, compagino el trabajo de colaboradora para diversos medios con la creación de contenido y gestión de redes sociales de marcas que me apasionan. 

Tozuda (como me llama siempre mi padre), soñadora, emprendedora y muy amiga de mis amigas; estás son las palabras que mejor me definen. Tengo muchos objetivos y mucha energía para poder llevarlos a cabo; siempre con alegría, buen humor y mil ganas de aprender. No tengo miedo, tengo ganas de vivir al máximo y ver que me depara el futuro. Por el momento podéis leer mis textos en Revista Interiores. 

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