Hace apenas 6 meses en la capital de Uruguay ha aterrizado una propiedad que busca convertirse en el nuevo place to be de la ciudad, tanto para locales como visitantes. El punto de encuentro de todo quién decida ir a Hotel Montevideo y disfrutar de sus encantos. Una propiedad única, con varios espacios decorados totalmente diferentes, muestra de ello es la importánción de más de 200 muebles y accesorios de 30 países diferentes, pero que consiguen crear un todo que lo convierten en un lugar único.
Y todo tiene lugar en el residencial barrio de Pocitos, alejado del ruido pero cerca de todo. "Hotel Montevideo ha aparecido como ser ese punto de unión, ese lugar de encuentro entre locales y visitantes y lo hemos ubicado en una esquina estratégica en el cada vez más popular barrio de Pozuelos. Estamos a nada de cada punto importante de la ciudad, del centro, de las ramblas (es decir, paseos marítimos), de la zona de convenciones...", nos explica Juan Diego Peyrallo, Director de ventas del hotel.
Estilo ecléctico: la mezcla de mucho por un todo excepcional
Si una palabra define Hotel Montevideo es sin lugar a dudas ecléctica, ya que la propiedad mezcla texturas, colores y materiales en cada uno de sus espacios. Ahora bien, todos ellos mantienen una conexión, un todo, que convierten al hotel en un lugar de encuentro muy acogedor. Entrada, restaurante, habitaciones, pasillos, salas de convenciones, gimnasio, bar con vistas excepcionales, piscina y mucho más. Y todo equipado con muebles y accesorios únicos, importados de más de 30 países. ¿La mente detrás del proyecto? James Boyd Niven ha sido el encargado de liderar el interiorismo y el Estudio Gómez Platero la arquitectura.
"Disponemos de muebles de práticamente todas las partes del mundo, esto nos situa sin luga ra dudas como un hotel muy ecléctico pero al mismo tiempo especial. Encontramos detalles clásicos, en especial en el restaurante donde el azul es el protagonista junto con el blanco; el bar, por el contrario, es un lugar más cosmopolita con el verde como protagonista; los pasillos, oscuros y con una moqueta animal print con mucho rojo... Realmente, cada sala es diferente pero consigue estar en armonía en su conjunto", nos sigue explicando Juan Diego.
Una entrada que te acoje
Una majestuosa puerta de color terracota te da la bienvenida al que será tu hogar durante la estancia en Montevideo. Al entrar, un gran lobby adornado con todo lujo de detalle se encargará que la experiencia continua siendo única. La pared del fondo, decorada con un gran empapelado que cautiva nada más verlo. Se trata de una réplica exacta del cuadro del famoso pintor neerlandés Frans Janszoon Post, conocido sobre todo por haber sido el primer europeo de la historia que pintó los paisajes de Sudamérica, concretamente de la zona de Pernambuco, en Brasil y el delta del río São Francisco. En el techo, pájaros de cerámica caen del techo como si de lámparas de lágrima se trataran. Un sofá verde, muy cosmopolita te espera así como cuatro confortables butacas del mismo tono y con cojines en terracota. Qué maravillosa bienvenida.
Pasillos oscuros para un entrar en los dormitorios impactante
La aventura sigue en los pasillos, todos adornados con una elegante moqueta de estampados animl print y paredes en color verde pastel. Luces ténues que te conducen hasta la habitación. "En los pasillos buscamos preparar al huésped para la llegada a la habitación, al lugar donde ir a relajarse y descansar. Así, la iluminación indirecta con luces ténues era la mejor apuesta", nos explica Juan Diego.
Habitaciones confortables y muy elegantes
"El turista de Montevideo es más bien corporativo, hay muy pocas familias. La ciudad en generall, es muy corporativa. Por tanto, la mayoría de nuestras habitaciones responden a ese perfil, siendo dobles. Únicamente disponemos de una habitación familiar, solo una", sigue contando Juan Diego. De diferente tamaño, minimalistas pero al mismo tiempo cosmopolitas, con cuadros, sofás, butacas y una cama nube extremadamente confortable.
Un clásico salón con el color azul como protagonista
Entrar en el gran salón ubicado en la planta baja a pocos pasos de la recepción, es entrar en un antiguo salón donde los grandes jarrones, los azulejos, los sofás vintage y las sillas de madera que acompañan mesas de mármol son los protaognistas. Un lugar, donde el azul y el blanco han sido los colores seleccionados para predominar en todos los rincones. "En el restaurante, llamado Polo Bamba, es donde servimos tanto desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. Sí, en Montevideo la merienda es prácticamente impensable no hacerla", nos detalla Juan Diego.
El desayuno es una gran mesa ubicada en el centro del salón con dulces exquisitos que elaboran ellos mismos en la cocina. Alfajores, croissants, pasteles, bizcochos... Dulce y salado y alguna opción sin gluten para todos los gustos y necesidades. En los extremos, dos mesas con pan artesanal de masa madre, embutido, zumos, café, leche, fruta y por supuesto, dulce de leche (el producto más popular del país). "Elaboramos todo internamente en el hotel, en las cocinas, desde el pan de masa madre, al embutido, dulces y demás", dice Juan Diego.
Todo sigue a la hora del almuerzo, con un menú para todos los gustos; sigue con la merienda y termina con la cena. Un servicio continuado para abarcar todas las horas del día y está abierto tanto para huéspedes como locales. "Queremos que Polo Bamba sea un lugar de encuentro, de hecho, el nombre rinde homenaje a la primera libreria que se abrió en la ciudad, hace mucho tiempo, que buscaba ser esto mismo, el punto de encuentro de todo el mundo", nos explica Juan Diego. El punto clave para conseguir ser ese lugar de unión es disponer de granes ventanales que dan al exterior y que te permiten ver desde fuera y dentro que esta pasando en ambos lados. Y, en especial, disponer de una puerta que da al exterior totalmente independiente al hotel.
Polo Bamba bar, el rooftop con las mejores vistas de la ciudad
"La continuación del restaurante es Polo Bamba bar, con un concepto totalmente diferenciado. En el bar, o más bien rooftop al ubicarse en la planta más alta, la 10 y disponer también de una terraza, se sirven cócteles de autor y un menú más reducido y diferente, más bien tapas para compartir", nos explica Juan Diego. En el espacio, el color verde se impone así como las sofisticadas butacas en forma de pachina tapizadas en color verde y mesas de mármol con estampados en negro y gris. A ello, algunas mesas altas con taburetes, también tapizados en terciopelo del mismo color. Y para culminar, una terraza con más butacas y una piscina perfecta para disfrutar en verano.
Gimnasio, salas de eventos y convenciones... y mucho más. Hotel Montevideo es el nuevo hotel de la ciudad que se posiciona como el lugar donde sentirse en casa pero al mismo tiempo disfrutar de todos los beneficios de un hotel, y en un barrio donde la paz y tranquilidad es una realidad, sin estar alejado de absolutamente todos los puntos estratégicos.
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