No es un secreto: si pudiésemos aparcábamos la vida, nos pedíamos un ‘coctelazo’ -o varios- y nos lanzábamos en plancha en una tumbona viendo al Mediterráneo pasar. No es complicado si volamos a Ibiza y entramos a un fabuloso y recién estrenado Mongibello, el nuevo proyecto de Concept Hotel Group que nos hace protagonistas de un verano infinito en Santa Eulália. Un espacio que nos sube al avión y nos lleva a la Ibiza de los años 60 y nos corrompe a vivir esa ‘alegre vida italiana’ en su versión más mediterránea.
Mongibello elige su nombre en honor al pueblo ficticio en el que se desarrolla la trama de ‘El Talento de Mr. Ripley’, una de las obras más reconocidas de la autora americana Patricia Highsmith. La novela transcurre en medio del encanto de la costa amalfitana, y así es como ha inspirado la creación de este nuevo hotel. ¿Su claim? El arte de vivir. Algo que la isla lleva en los genes y que ahora cobra todavía más sentido que nunca si nos dejamos engatusar por la atmósfera hedonista y llena de sorpresas que nos trae esta Dolce Vita ibicenca.
La esencia del Mediterráneo invade este proyecto creado por Concept Hotel Group, quienes cuentan con seis hoteles más en Ibiza, cada uno definido por su propia personalidad y concepto, y es que ya es propio del grupo trabajar branding, arquitectura y diseño como si fueran uno, dando lugar a propuestas hoteleras súper especiales, siempre con una historia y un discurso redondo detrás. Es el caso de Santos, Tropicana, Dorado, Cubanito, Paradiso, Grand Paradiso o Romeos. Todos ellos fruto del particular universo creativo de Diego Calvo, CEO y cofundador del grupo.
Mongibello no podía ser distinto: para dar vida a los diferentes espacios han contado con Michele Corbani y Andrea Spada, del estudio Ilmio Design, el tándem perfecto y encargado de la sastrería interiorista de todos los hoteles de Concept Hotel. Pero aquí han aportado su toque más distintivo: el eclecticismo italiano, donde se aprecian esos toques neoclásicos al estilo Gio Ponti (uno de los artistas, arquitectos y diseñadores industriales más célebres de la Italia del siglo XX) y nos invitan a dejarnos llevar por un estilo de vida único lleno de perspicacia y placer. Al entrar al hotel nos quedamos embelesados por toda la zona de mostradores, con pilares y techos luminosos y geometría en suelos y paredes.
Para el descanso encontramos 136 habitaciones diseñadas en la línea de esta cautivadora Italia de los años 60 y 70, con suelos que beben de Gio Ponti y fotografías de Slim Aarons, pero las 32 suites de Mongibello con vistas al mar y mobiliario en el balcón -para despertar y sentirte un auténtico Bon-Vivant- cuentan la historia de 32 personajes que tienen un vínculo muy especial con Ibiza. Entre ellos están la actriz Ángela Molina, el piloto de motociclismo -siete veces campeón del mundo- Angel Nieto, el creador de Pachá, Ricardo Urgell, la diseñadora y embajadora de la moda Adlib, Charo Ruiz o el icónico RRPP Carlos Martorell, quien ha colaborado seleccionando y juntando a todas estas personalidades claves en la historia de la isla y que, sin duda alguna, personifican ese ‘arte de vivir’ que respira el concepto Mongibello.
En realidad aquí todo se inunda de ese estilo ‘arty’ que tanto les gusta a sus creadores, y por eso encontraremos diferentes estancias marcadas por detalles muy especiales donde nada se deja al azar. Marcos Torres, artista ibicenco, ha creado una ilustración personalizada para cada uno de los homenajeados (y a ellas añaden una breve biografía para que los huéspedes los conozcan mejor); el diseñador Sergio Prieto firma un modelo de espejo en exclusiva para Mongibello llamado ‘Il Specchio’; Las suites están equipadas con neveras y cafeteras Create, altavoces Marshall y juegos de tazas creadas para ellos desde Casa Maricruz.
No faltan espacios sorpresa para completar esta atrayente ruta, como la habitación secreta bautizada como Lola’s en la parte de arriba (en honor a la mítica discoteca de Ibiza), pero también esa soleada y preciosa zona de piscina tan cómoda y funcional llena de sombrillas cuya disposición recuerda inevitablemente a la zona amalfitana. Para disfrutar del buen comer y beber nos invitan al Bar Aperitivo y al Restaurante La Terraza. El primero para calentar motores y el segundo con acceso directo a la playa, donde podemos disfrutar de almuerzo y cena con menús de corte italiano y mediterráneo que ponen valor a la estacionalidad y a los ingredientes de origen local. Ambos espacios conviven además con una cuidada y exquisita propuesta de cócteles, creada por el equipo detrás de Dante NYC que combina la cultura coctelera americana con la sensibilidad italiana. Tragos que también se podrán disfrutar en La Piazzetta, una soleada zona con mesas y bancos donde sentarse a disfutar de otro cóctel mientras suena jazz en directo.
Nos despedimos de Mongibello hasta la próxima visita: estamos deseando disfrutar de su Gazebo típico italiano frente al mar y probar una de las vespas que custodian la entrada del hotel junto a un impresionante Alfa Romeo Spider, justo después de bailar nuestra canción favorita con la Jukebox del lobby. ¡Larga vida a la Dolce Vita!
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