La isla de Tenerife acoge un hotel maravilloso con el color rosa palo como protagonista: Iberostar Grand El Mirador es aquel lugar que se convierte en el hogar de quién decida ir a descubrirlo. Ubicado concretamente en la Avenida de Bruselas s/n de la Costa Adeje en Santa Cruz de Tenerife, dispone de vistas excepcionales a la Playa del Duque pero con todo lo necesario para no tener que salir del hotel durante toda la estancia: piscinas, gastronomía para todos los gustos, spa y mucho más. Y todo en un precioso palacio decorado hasta el último detalle.
Un hotel idóneo para disfrutar durante el verano, pero que también es ideal para vivir en invierno o más bien, todo el año. Con estupendas instalaciones y más aún con el clima ideal que casi siempre hace en la isla, el clima sur que tanto caracteriza Tenerife, hace que Iberostar Grand El Mirador sea totalmente atemporal. El hotel donde sumergirse en la calma legendaria que se respira en las islas Canarias.
Una majestuosa entrada recibe a los huéspedes
Una preciosa fuente te recibe nada más llegar, y te da pie a seguir por un pequeño camino hasta llegar a la recepción. La llegada a un majestuoso palacete, donde el mármol en tonos grises y marrones decora todo el espacio. Tonos ideales que combinan con el rosa palo que adorna las paredes y fachadas exteriores. El inicio de una aventura que seguro será única.
Habitaciones diseñadas con mucho mimo
El hotel en general, pero las habitaciones en particular, han sido diseñadas con una cuidada y romántica decoración donde los detalles no faltan en ningún rincón. Dormitorios o más bien apartamentos, con salón, dormitorio, baños e incluso terraza. Un verdadero hogar donde es muy fácil sentirse en casa. Más aún, siendo la madera el material que predomina en toda la decoración, con detalles confeccionados con tejidos de lino, algodón... Lámparas de todas formas y medidas, sofás, butacas y más.
El exterior diseñado con una arquitectura singular
El exterior del complejo cuenta con una arquitectura singular, con muchas columnas y arcos entre las que destaca poderosamente la gran terraza semicircular conectada con una de las enormes piscinas exteriores. Un lugar que cautiva con la mirada y te invita a quedarte horas y horas observando la infraestructura.
El epicéntro del hotel donde se encuentra el bar y donde también se accede a la piscina, una de enorme que se adapta a la temperatura necesaria para disfrutarla durante todo el año.
Gastronomía para todos los gustos
Iberostar Grand El Mirador dispone de 3 restaurantes permiten acercarse tanto a la gastronomía local como internacional. El primero, El Mirador, los huéspedes pueden descubrir la magia de la cocina en las sesiones de show cooking y degustar una gran variedad de platos internacionales y nacionales con pinceladas de tradición canaria. El Cenador, por su parte, es una apuesta por la gastronomía y tradición canaria. Un espacio gourmet de estilo colonial con una carta equilibrada, sabrosa y creativa con los mejores sabores de la tierra. Y por último, el Restaurante La Pérgola ofrece el sabor del Mediterráneo con vistas al Atlántico en cada almuerzo y cena: desde pequeñas tapas a platos de pescado fresco, mariscos, paellas o innovadoras recetas de alta cocina. Además, el hotel cuenta con dos bares, el Bar la Tosca y el Bar Snack Las Pardelas en los que siempre es un buen momento para relajarse y refrescarse.
El spa, el lugar donde relajarse completamente
El hotel dispone también de una oferta wellness que incluye un Spa Sensations de 1000 m2 con zona de aguas, circuito termal y una extensa carta de masajes y tratamientos faciales y estéticos personalizables. Además, para los que quieran mantenerse en forma y entrenar durante todo el año, el hotel dispone también de una sala fitness equipada con todo. Pero además, también dispone del programa Fit & Fun, para disfrutar del deporte asistiendo a una gran variedad de clases colectivas: pilares, remo o elíptica, entre muchas otras opciones. A lo sumo, el hotel cuenta con una pista reglamentaria para jugar al squash.
Iberostar Grand El Mirador es sin lugar a dudas un hotel para vivirlo al máximo y disfrutar de unos días de paz y relax con vistas excepcionales, una gastronomía de infarto y opciones para todos los gustos: para los que buscan relajarse, practicar deporte y más. ¿Será tu próximo destino?