“Hotel da Baixa acoge todo lo bonito de Lisboa y lo incorpora en un hotel, como si la ciudad entera estuviera dentro del edificio”, nos cuenta Inês Costa, responsable de marketing y comunicación. Situado en la preciosa Rua de Prata, entre la Praça Do Comércio y la Praça do Rossio (en otras palabras, el corazón de Lisboa), este hotel llama la atención por los azulejos de color verde que decoran toda la fachada. Pero una vez dentro, cautiva por su cuidada decoración, magnífico trato y vistas de infarto de la ciudad. Un lugar con mucha historia, que mezcla a la perfección el pasado con el presente, para ofrecer a sus huéspedes una experiencia única.
“Da Baixa es una zona muy bien valorada en la actualidad, cosa que anteriormente no lo era, y te hablo de la época de la Guerra Civil Española. Por ello, había muchos terrenos disponibles que eran comprados a precios muy económicos. Uno de ellos, el actual Hotel da Baixa. Sus propietarios, una familia gallega que vino a vivir a Lisboa en aquella época, decidió comprar varios terrenos, vio una oportunidad y la aprovechó. Un acierto total porque hoy en día es una zona clave en la ciudad”, explica Inês.
En unos inicios el terreno fue usado para otros fines, pero pasado unos años decidieron que era momento de hacer algo diferente y un hotel era lo que más ilusión les hacía. Un sueño que en poco tiempo se convirtió en una realidad. “Concretamente, no se trata de un solo terreno, si no de la unión de tres que juntos han permitido construir un hotel de 66 habitaciones que cumple con todos los objetivos que teníamos desde unos inicios”, sigue contando Inês, quién vivió el proyecto desde un primer momento.
Foto: ©Mireia Noguer Artigas
La decoración, muy conectada con la zona
“El Hotel se encuentra situado en la zona Da Baixa y este fue el punto a partir del cuál decidimos toda la decoración. Nuestro objetivo era mantener y recuperar al máximo lo que el edificio venía siendo hasta la época e incorporarlo en su nueva estructura en forma de hotel”, sigue contando Inês. Un objetivo conseguido, ya que nada más poner un pie dentro del lugar te encuentras un fresco en el techo que derrocha elegancia y majestuosidad. Una obra muy antigua que se ha conservado perfectamente. Los azulejos, son claves en la decoración. Se trata de piezas que ya formaban parte del edificio y fueron recuperadas para poder mantenerlas. Sin olvidar, claro está, las arcadas de piedra que tan presentes y características son, también mantenidas.
Foto: ©Mireia Noguer Artigas
“Cada planta tiene una decoración diferente que va relacionada con una personalidad portuguesa que ha sido importante en alguna época en la historia del barrio de Da Baixa. Desde escritores, poetas, marqueses y más. Detalles que le hacen honor tanto en las zonas comunes de la planta como en cada una de las habitaciones. El Marqués de Pombal, Doña Maria II y Pardal Monteiro son algunos ejemplos”, explica Inês. Una sorpresa muy agradable que te encuentras al poner un pie dentro de la habitación, pero que se debe mantener en secreto. Para conocerlo es necesario ir al hotel y verlo con los propios ojos.
Foto: ©Cortesía Hotel da Baixa
Habitaciones confortables y elegantes con troques tradicionales
“No hay cliente alguno que no hable de nuestras camas. Son una verdadera maravilla y dormir de un tirón es una realidad. Uno de los muchísimos puntos estrella del hotel, y sin lugar a duda, de los más valorados”, explica Inês entre risas. “Disponemos de 66 habitaciones, entre ellas algunas suites y otras familiares, pero todas elegantes y diseñadas para que cada detalle sea especial”.
Foto: ©Cortesía Hotel da Baixa
Señoriales. Ese es el adjetivo que mejor define cada una de las estancias. Todas ellas comparten tener incorporado el color azul en las paredes, así como las molduras en blanco que recorren toda la habitación entera. A partir de aquí, cada una destaca por tener su encanto propio. Sillones tapizados en otros tonos azules, lámparas colgantes encima de las mesitas de noche, otras de pie en color dorado, cuadros, mesitas auxiliares industriales y mucho más.
Foto: ©Cortesía Hotel da Baixa
Una mezcla entre el estilo minimalista, el industrial y el clásico que combinan a la perfección dando como resultado preciosas habitaciones en las que sentirse como en casa es una realidad. “Los baños son otro lugar a destacar, todos de piedra blanca con detalles en gris. Una maravilla”, revela Inês. Y equipados con todo tipo de amenities, desde un spray hidratante al gel para desmaquillarse e ir a dormir perfecta. Todos ellos provenientes de marcas locales e integrados totalmente con la decoración del espacio.
Foto: ©Cortesía Hotel da Baixa
La biblioteca y el bar, dos zonas conectadas y muy especiales
En la planta baja, a escasos metros de la recepción, se encuentran la biblioteca y el bar. Dos zonas separadas por un pequeño pasillo, pero también por su decoración. La biblioteca, con el color blanco predominante en las paredes y sillones, destaca por su majestuosa chimenea y por su tocadiscos de madera. Sin olvidar las elegantes lámparas doradas y la moderna alfombra de estampados negros y blancos. Un lugar en el que trabajar, descansar, sentarse a degustar los típicos pasteles de Belém que el hotel ofrece durante todo el día o leer una de los libros situados en los estantes, algunos de autores portugueses, pero también de otros internacionales. Obras maestras que hacen que leer junto al fuego de la chimenea se convierte en un auténtico placer.
Foto: ©Cortesía Hotel da Baixa
El bar, a mano derecha, destaca por ser totalmente azul. Se trata de una de las más recientes incorporaciones que el hotel ha hecho. “Anteriormente la zona era una tienda, pero cuando empezamos a tener muchísimos huéspedes y otras personas que venían al restaurante vimos que la recepción se colapsaba y no era agradable, entonces decidimos hacer el bar para poder tener una zona agradable en donde la gente pueda esperar tranquilamente”, rebela Inês. Un rincón muy bien equipado y elegante, con taburetes y sillones de terciopelo azul y mesas de mármol con estructura dorada. Color que también se encuentra a lo largo de la barra junto con un azul más marino.
Foto: ©Cortesía Hotel da Baixa
Y con uno de los restaurantes más valorados de la ciudad
El hotel también incorpora el restaurante Sebastiao, abierto tanto para huéspedes como para personas que quieren simplemente ir a degustar sus propuestas. Un lugar que recupera el verde propio de la fachada del hotel y que combina con suelo de madera y elegantes mesas de mármol. Una mezcla entre el estilo rústico, minimalista y con toques clásicos.
Foto: ©Cortesía Hotel da Baixa
“La carta del restaurante está inspirada en la cultura del aceite de oliva y la cocina típica portuguesa. La combinación de ambas nos permite ofrecer productos únicos y realmente deliciosos. Todo acompañado con una excelente selección de cócteles y vinos”, explica Inês. Su tabla de quesos portugueses con miel y mermelada; el bacalao asado o el arroz de mero y gamba son auténticas maravillas que conquistan a cualquier paladar. Como sus postres, una delicia que hace difícil elegir el mejor.
Foto: ©Cortesía Hotel da Baixa
Sin lugar a dudas, Hotel da Baixa sabe cómo adaptarse a las nuevas realidades manteniendo su esencia propia y detalles que lo convierten en un hotel con mucha historia en pleno corazón de Lisboa. Un lugar que te hará sentir como en casa, con un equipo que se convertirá en tu familia durante unos días. Todo, en habitaciones de ensueño con camas de diez.
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