La Costa Teguise, uno de los rincones más especiales de Lanzarote, es el lugar elegido para situar uno de los hoteles de diseño más especiales de la isla: Alava Suites. Un rincón de paz que invita disfrutar de unos días desconectado de todo y volver a conectar con uno mismo. María Álava, su fundadora y amante de los detalles, nos invita a descubrir su idílico proyecto y el que nos ha enamorado nada más poner un pie dentro.
“Alava Suites nace de un sentimiento heredado de mis padres: hacer sentir como en casa a todos nuestros invitados. Recuerdo que cada vez que recibíamos visita, ponían en marcha un elaborado ritual de bienvenida, donde mimaban cada detalle y se aseguraban que todo fuese perfecto. Sin darme cuenta, esa necesidad de crear una experiencia inolvidable se convirtió en mía”, explica María. Un sentimiento que se desprende en cada rincón del hotel. Minimalista, rústico y atemporal.
Foto: Silvia Gil Roldán
La artesanía, lo orgánico y la vuelta a lo natural
Lujo a través de la calidad de los materiales, pero huyendo de los excesos. La definición perfecta para un hotel minimalista en el que cada mueble y accesorio ha sido cuidadosamente seleccionado. ¿El material por excelencia? La madera. “Todos los muebles han sido creados a mano y a medida para el proyecto por carpinteros y ebanistas de la isla”, explica María. Sin lugar a duda, la forma perfecta para conseguir conectar con la esencia de la Costa Teguise.
Foto: Silvia Gil Roldán
Las suites, un oasis de calma
Seis suites de diseño, elegantes y minimalistas. Todas diferentes entre sí, pero con un punto en común: nada más poner un pie dentro sabes que será una experiencia de diez. Y tanto así, que elegir cuál es la mejor suite para la aventura es tarea imposible. Algunas con terraza interna, otras externa, algunas con vistas a la costa y otras al maravilloso paisaje de la isla. Pero todas equipadas todo lo necesario para poder ser usada en todo momento. María ha apostado por introducir los muebles esenciales para una experiencia única, pero sin recargar el espacio. “Sin lujos excesivos”, como lo describe ella.
Así, ella ha sido quien ha dado forma al diseño de cada uno de los espacios, observando y dando respuesta a las necesidades que cada rincón le pedían. Camas de matrimonio con mini mesitas de noche redondas. Minimalistas pero suficientes para dejar el libro y similares. A ello, se le suma un cabecero rectangular a juego. En la cocina, una barra -más larga o menos en función del espacio que dispone cada suite- acompañada de una mesa de comedor o barra alta con taburetes. Sofá, puf, mesas auxiliares y alguna estantería con piezas de diseño. ¿Las lámparas? La mayoría colgantes en color negro. Un diseño muy industrial. ¿Un punto a destacar? Sus voluminosas cortinas dobles, también en tonos marrones para ir a juego con la madera.
Foto: Silvia Gil Roldán
Una gama cromática acorde con la natura
La madera es el material estrella en el exterior, pero sobre todo en el interior de cada una de las suites. Y con ella, los tonos naturales. Cómodas, taburetes, marcos de las ventanas, cabeceros… en color marrón oscuro que combinan con paredes y textiles. La unión de ambos tonos da como resultado una habitación espaciosa, grande, y nada recargada. “La pasión por la madera ha sido heredada de mi padre y el exquisito gusto, de mi madre”, confiesa María.
Foto: Silvia Gil Roldán
Un exterior con piscina y muchas palmeras: un rincón idílico
“Alava Suites es un oasis de calma en el que el silencio solo se ve perturbado por el sonido del agua de su piscina y la brisa en las hojas de las palmeras”, relata María. Así, el exterior cuenta con una piscina de tendencia en la que sobre vivir al calor de la isla va a ser muy fácil. Pequeña y de diseño, se trata de un modelo circular, de aguas turquesas, perfecta para empezar el día con un buen baño o por la noche, para refrescarse.
A ella se le agrega un jardín en el que las palmeras son el foco de todas las miradas. Plantas muy características de la isla y que requieren de poco cuidado. Son ideales para mantener esa armonía y equilibrio con el resto del hotel, ya que los exteriores han dejado de percibirse como una estancia separada si no más bien como una prolongación del interior. Así, encontrar ese equilibrio es clave.
Foto: Silvia Gil Roldán
El Brunch: simplemente espectacular
Los desayunos de Alava Suites son, literalmente, de otro planeta. Cada día María elabora una propuesta diferente con productos de temporada, locales y totalmente saludables. Desde tostadas muy creativas, a bowls de frutas, pancakes, pasteles caseros y mucho más. “Una cuidada selección de quesos canarios, fruta fresca del tiempo, granola casera, tortillas de avena y huevos ecológicos, entre muchos otros productos de productos de la isla”, nos cuenta María.
Pero la cosa no termina aquí ya que, para cuidar sus vecinos, a los autóctonos de la isla de Lanzarote, prepara lo que se conoce como los Brunch en Alava. En otras palabras, la oportunidad de ir a degustar uno de sus deliciosos desayunos una vez al mes. Un día que el hotel abre a todos aquellos que han comprado su entrada para probar las recetas de María.
Foto: Silvia Gil Roldán
Y mucho más…
Para ofrecer una experiencia muy completa a los huéspedes y hacer que Alava realmente sea un verdadero oasis del que uno nunca querrá irse, se encuentran disponibles otros servicios: clases de yoga, entrenamientos personales y como no podía ser de otro modo, también masajes relajantes. Todo ello en un espacio creado únicamente para ello, la Sala Wellness, equipada con todo lo necesario para que solo tengas que preocuparte de ir vestido para la ocasión. El resto, lo pone Alava.
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