En uno de los edificios de apartamentos más antiguos de Estambul, en el barrio de Etiler -la Turquía europea-, nos encontramos con una vivienda con carácter occidental. Sus propietarios, una joven pareja de recién casados querían un espacio que hablara de ellos, moderno y sofisticado, pero sin un interiorismo estridente.
El resultado es un hogar cálido, acogedor y preminentemente funcional, obra de Sanayi313 Architects, donde los propietarios vivirán rodeados de arte y diseño. Como hilo conductor de todo el proyecto, los colores blancos y negros, que lo abarcan todo, y texturas naturales. Para maximizar este efecto se eligió un parqué laminado en un tono de madera medio que no robara el protagonismo a su impresionante colección de arte.
El equipo de arquitectos quería que la vivienda causara una buena impresión a las visitas de los propietarios. Para ello buscaron establecer un escenario altamente gráfico, pero con una base muy minimalista desde el hall de entrada.
En la sala de estar dominan sus grandes ventanales y estanterías que van desde el techo al suelo cubriendo la totalidad de las paredes, solo dejando espacio para una chimenea empotrada frente a la cual se encuentra una silla Roly Poly en fibra de vidrio. Estos elementos más modernistas se combinan con un mobiliario natural y de anticuario como los emblemáticos sillones en ratán de Pierre Jeanneret, fusionando el pasado y el presente del panorama artístico.
Una residencia occidental adaptada al siglo XXI y que se adapta a una joven pareja, amantes del arte. Un equilibrio armonioso entre el minimalismo y el arte que lo abarca todo y que conecta oriente con occidente y el pasado con el presente con muy buen gusto.