Fotografía: Camara Roja (David Flores)
Desde muebles multifuncionales o plegables a trucos para organizar y ordenar objetos y utensilios caseros. Las formas de aprovechar el espacio útil de cualquier estancia de nuestra casa son muchísimas y os las hemos ido contando en muchísimos artículos de Interiores de dedicados a pisos pequeños, a cocinas con pocos metros o a baños diminutos.
Sabemos que aprovechar la verticalidad de las paredes para colocar mobiliario o soluciones de almacenamiento nos ayudará a tener más despejado el suelo. Sabemos que los organizadores para el maquillaje, para las especias de la cocina o para la ropa interior nos ayudará a sacar partido a hasta el último milímetro de nuestros cajones o estantes. O que la forma en la que doblamos la ropa puede cambiar sustancialmente el espacio que ocupa en nuestro armario.
Pero, ¿qué pasa si con todo ello no es suficiente? Aunque seamos muy ordenados y tengamos una gran disciplina familiar, a veces los metros no dan para más y necesitamos plantearnos otro tipo de soluciones que, en muchos casos, pueden pasar por una reforma estructural de nuestra vivienda.
Éste era el reto al que se enfrentaron el estudio Zueco-Tomás Arquitectos: exprimir hasta el último centímetro de una vivienda de la ciudad de Murcia para hacerla lo más cómoda y confortable posible para el día a día de la familia que iba a vivir en ella. Es decir, adaptar los metros a las necesidades de los futuros ocupantes aprovechando al máximo el reducido espacio disponible.
El resultado de la reforma de esta vivienda ubicada en uno de los barrios más castizos de la ciudad de Murcia, Vistabella, ha sido más que un éxito, como podéis ver en las imágenes. ¿El truco? Los arquitectos han utilizado tres grandes máximas para conseguir su propósito:
Altillo en lugar de falso techo
La vivienda se ubica en la tercera planta del edificio que cuenta con una altura mayor que el resto gracias a la cubierta inclinada de madera que estaba tapada por un falso techo.
La primera actuación de los arquitectos consistió en la eliminación de dicho techo con el objetivo de liberar espacio y poder aumentar la edificabilidad de la vivienda gracias a la construcción de un altillo, mediante una estructura metálica. Esta solución permitió aumentar los metros útiles de la vivienda y generar una acogedora zona de estar a doble altura.
La distribución interior: espacios abiertos
En segundo lugar, la distribución interior también fue modificada considerablemente: partiendo de una vivienda con una excesiva compartimentación, algunas paredes fueron eliminadas con el fin de lograr espacios más fluidos y mejor comunicados entre sí.
Lo vemos en la cocina o las escaleras abiertas o bien en el doble espacio con vistas desde el altillo.
El uso de la luz: el dominio del blanco
Finalmente, la apuesta por el color ha sido clara: el predominio del blanco en las paredes consigue que las estancias parezcan mucho más grandes de lo que son, ya que aporta profundidad y genera un efecto visual de espacio, como si las paredes estuvieran más lejos unas de otras.
El blanco de las paredes se combina perfectamente con toques de otros colores intensos como el magenta de determinados objetos y mobiliario o las baldosas amarillas del baño.