El local del restaurante Alkimia se encuentra en pleno centro de Barcelona, concretamente en la planta principal de un edificio modernista de 1864, desocupado durante cuatro décadas. Este contexto arquitectónico preexistente ha servido de base del diseño del proyecto por parte de External Refrence Arquitecture, junto con la oferta culinaria, centrada en un 80% en el pescado y galardonada con una estrella Michelin.
Para preservar la arquitectura de origen no se han realizado intervenciones estructurales, incluso se ha mantenido la vieja pátina de las paredes.
Adria Goula y Carmelo Zappulla
El restaurante ha sido concebido como una escenografía continua que fomenta la experiencia sensorial perfecta, presentada a partir de diferentes pieles inspiradas en la vida marina, instalaciones de arte y muebles hechos a medida. Como eje central del local hay un pasillo que simula la columna de un pescado representada con espinas de madera y que conecta diferentes espacios.
Adria Goula y Carmelo Zappulla
La experiencia gastronómica de Alkimia es como estar parado en medio de un banco de peces, congelado en el tiempo. Esto se consigue gracias a los paneles tridimensionales de madera contrachapada que recubren las paredes mostrando la silueta de los peces. En el pavimento, se crea un efecto similar cuya perforación ofrece una visión del suelo original.
Adria Goula y Carmelo Zappulla
La silla Aura es un ejemplo de ese diálogo entre la fabricación digital y la artesanía local. Obtenida a través de un proceso de producción híbrido, la estructura se ha hecho de aluminio sólido trabajado en una fundición local y para que no tuviera fisuras y el resultado fuera orgánico, se recurrió a la impresión en 3D. La mesa, a juego, muestra una base de roble montada sobre patas de aluminio fundido.
Adria Goula y Carmelo Zappulla
Acceder al baño es dejarse impresionar por una superficie de espejos en forma de escamas de pez que fragmenta el reflejo de la persona, a la vez que crea un espacio dinámico y multifacético. En cuanto al lavabo, está inspirado en los tanques tradicionales para el bacalao, y se muestra envuelto en una superficie de mármol molido.
Adria Goula y Carmelo Zappulla
En otro espacio, la galería, Y siguiendo el patrón del marco de las ventanas, se han enfrentado los estantes de acero recubiertos de cuero que se adhieren a las columnas para optimizar el espacio. En la parte superior, suspendidas en una densa estructura de acero, las botellas de vino encuentran un lugar de refugio, como los peces que protegen a una anémona.