«El principal reto que nos brindaba esta emblemática casa en pleno corazón del Barrio de Salamanca de Madrid era el disponer de un extraordinario espacio para diseñar y orquestar infinidad de proyectos de decoración con total libertad». Habla Virginia Nieto, responsable de la puesta al día de este gran piso burgués situado en la calle Velázquez, el bulevar central de uno de los barrios más exclusivos del centro de la capital, que reconoce que la exquisita rehabilitación de la histórica finca en la que se ubica «facilitó muchísimo nuestro trabajo, más bien recreo en este caso concreto».
La interiorista, que abrió su propio estudio con apenas 29 años, confiesa que a lo largo de sus carrera profesional ha creado un círculo de «sólidas relaciones que van más allá de lo meramente comercial, como es el caso de los propietarios de esta casa»; y, así, sus amigos-clientes confiaron en ella para escenografiar una ya de por sí impresionante caja, dándole «pequeñas pinceladas de colocación de piezas muy concretas en determinados puntos» como únicas coordenadas.
«El trabajo se desarrolló básicamente en el amueblamiento, tocando solo pequeños detalles de obra: cambios de pequeña envergadura y nuevos acabados sobre todo», tal y como recuerda Nieto. Dejando de momento el acopio de muebles y objetos, se centró, de hecho, en el cubrimiento de paramentos con papeles y telas en determinadas zonas de la casa, así como en la elección de cortinas, estores y demás elementos para cubrir balconada, ventanales y galerías en las diversas estancias, y la revisión de baños y aseos.
Estilismo: Paloma Pacheco Turnes/ Fotografía: Amador Toril
Ya lo advirtió el pensador italiano: no puede haber grandes dificultades cuando abundan la capacidad y la buena voluntad, de forma que encontrarse con «una zona antaño oscura y ya obsoleta» –compuesta por office y cocina–, cuya estructura debía respetarse dado que se trata de un edificio protegido, no hizo sino que la interiorista buscase una solución transgresora, consiguiendo limpieza, luminosidad y un aire de delicada y atemporal elegancia común en todos sus espacios.
Para terminar, y recuperando el amueblamiento, se combinaron piezas propiedad de los dueños con otras de diseño contemporáneo cuidadosamente elegidas e incluso objetos creados específicamente para el proyecto.Y el resultado, salta a la vista, es una casa cálida, sensible, refinada y serena, que, con el día a día, se convertirá en hogar.
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