Fotografía: Javi Almar
Hoy nos colamos en el piso recién reformado de Lali, una barcelonesa que vive en pleno barrio del Ensanche y que nos abre las puertas de su casa para enseñarnos la gran transformación que ha vivido recientemente.
Lali lo tenía claro: a pesar de partir de un piso típico del centro barcelonés, pero con poca luz natural, su obsesión en la reforma ha sido siempre la de potenciar la luz de su piso que, situado en un entresuelo, no contaba con demasiada luminosidad. Así que una de las claves para poder expandir y embellecer espacios y ganar luz y calidez ha sido anexar la antigua consulta médica situada al piso de al lado de su vivienda, doblando así la superficie inicial y llegando a sumar 150m2 en total.
A partir de ahí, la transformación de los espacios para conseguir más luz natural ha derivado en la construcción de una bonita terraza a nivel del salón, ideada con el objetivo de poderla aprovechar al máximo, y que substituye a la antigua terraza que había antes de la obra y a la que se accedía a través de una escalera. Ahora, la terraza queda totalmente abierta con el salón, pero también con la cocina, gracias a unos imponentes cerramientos correderos que permiten conectar el interior con el exterior y expandir así el espacio del piso hacia la calle.
Abrir espacios, tirando tabiques y potenciando el cristal como material de separación, ha ayudado sin duda a conseguir este efecto luminoso que se buscaba desde el principio, y que también se ha visto maximizado por una acurada distribución de muebles y objetos, así como el uso capital del color blanco en las paredes, que ayuda a multiplicar la luz natural de la vivienda.
La reforma, ideada y llevada a cabo por el estudio Mis Más, también ha sabido poner en valor los maravillosos suelos de cerámica que ya vestían el piso antes de la obra, así como los techos de ricas molduras típicos de los pisos de este céntrico barrio de la ciudad condal.
Un estudio abierto para los niños
Otra de las condiciones que Lali planteó a los arquitectos e interioristas fue la de buscar una solución para el espacio de estudio, las manualidades y la actividad artística de sus hijos: no quería que los pequeños tuvieran que estar separados en sus respectivas habitaciones para realizar estas actividades y prefería encontrar la manera de idear un espacio compartido y separado de los dormitorios pensado como taller. A lo que el equipo de interioristas le propuso una idea que le encajó a la perfección: una separación acristalada entre el salón y el espacio de taller con una puerta corredera que permitiera abrir y cerrar el espacio de trabajo con la sala principal.
El estudio queda armoniosamente decorado con una librería diseñada también por Mis Más.