La carta de presentación de este piso son los 25 metros de largo por cinco metros de ancho vinculados con la fachada que acogen la zona principal y que te reciben nada más cruzar el umbral de la puerta. Las dimensiones de la vivienda son el resultado de la unión previa de dos, de ahí la relevancia de la intervención.
Fotografía: David Montero
María Marcos, de Estudio Lätt, sabía de antemano que la ubicación frente al Parque de Campo Grande (Valladolid) iba a determinar gran parte de la propuesta de diseño. Se trata del pulmón natural de la ciudad, de carácter cambiante en formas y colores según las estaciones, lo que ha representado para ella un indudable factor inspiracional.
Fotografía: David Montero
Da la bienvenida un hall de entrada amplio que se presenta en un ambiente de espacios abiertos muy luminosos y acogedores y que, a la vez, ofrece acceso directo al salón. Por su situación, marca un eje que establece las dos zonas de uso diferenciadas de éste: el área familiar y el comedor.
Fotografía: David Montero
Ciertamente, el salón es el verdadero protagonista de este proyecto, por su tamaño y proporciones, de una linealidad espacial singular que obliga a articular el ámbito en una secuencia de espacios con diferentes usos que, en determinados momentos, se pueden disfrutar a la vez.
Fotografía: David Montero
El área familiar la compone una zona de estar y otra de lectura interrelacionadas divididas sin crear discontinuidad gracias a un paramento vertical en el que se dispone de una biochimenea en su base y una pantalla giratoria que da servicio a ambas estancias.
Fotografía: David Montero
Por su parte, el ámbito del comedor ofrece igualmente una duplicidad espacial en la que tienen cabida la mesa principal para eventos familiares y una secundaria de uso diario y posible complemento de la primera.
Fotografía: David Montero
La influencia de la gama cromática que ofrecen las diversas estaciones del paisaje configuran una línea temporal en toda esta secuencia de estancias y que va desde el invierno del estar hasta el otoño del ámbito del comedor, pasando por la primavera en la zona de lectura y el verano en el salón principal.
Fotografía: David Montero
Cuando se trata de hablar de la zona de la vivienda de carácter más íntimo, la arquitecta se basó en las necesidades familiares a la hora de redistribuir el espacio, valiéndose de la profusión de metros cuadrados para crear estancias amplias, luminosas y confortables.
Fotografía: David Montero
El nexo de unión a través del pavimento, con la elección de un parquet de madera oscura logra generar una continuidad visual a la vez que realza cada una de las piezas elegidas para formar parte de la vivienda.