Como has podido deducir, esta vivienda se encuentra en la capital catalana y más concretamente, en pleno Eixample derecho. Y lo mejor de todo: con vistas directas al templo de la Sagrada Familia. Los afortunados en ocuparla son una joven pareja con un hijo pequeño que tenían claro que la reforma –a cargo de Egue y Seta– debía incidir en las panorámicas urbanas que se disfrutan desde prácticamente todas las estancias.
Fotografía: Vicugo Fotos
Sus casi 90 metros cuadrados se distribuyen en un salón comedor con cocina abierta, tres habitaciones (una de ellas con vestidor), dos baños y la terraza.
Desde la entrada se accede directamente al gran espacio social, diáfano y muy luminoso. Algunos elementos, como la original disposición de las baldosas blancas y la pared de ladrillo visto podría decirse que actúan de diferenciadores visuales de ambientes.
La zona destinada al comedor se sitúa un poco elevada dado que es un espacio ganado a la terraza y que se ha cerrado con cristal –los clásicos cerramientos para terrazas y balcones–, consiguiendo su particular encanto inundado de luz natural por tres de sus laterales. Y de ahí se accede a la gran terraza que también presume de una ambientación dedicada a los momentos al aire libre.
A caballo entre el estilo nórdico y el mediterráneo se mueve la apuesta decorativa de Egue y Seta en este proyecto moderno y muy funcional.
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