El blanco protagoniza un dormitorio en el que, tras una completa reforma y un buen trabajo de decoración, se ha conseguido instalar un baño y una zona de vestidor ganando espacio al pasillo y a un rincón en desuso. Firma el proyecto la interiorista Noelia Villalba.
“Esta vivienda tenía los metros que una pareja necesita”, apunta la interiorista Noelia Villalba, artífice del proyecto de reforma e interiorismo de este magnífico dormitorio en suite. Los requisitos eran sencillos: tres dormitorios, dos baños, zonas de almacenaje y una decoración de estética nórdica con toques industriales, pero, sobre todo, muy funcional. Uno de esos dormitorios, el principal, es el protagonista de estas páginas. Aquí, Noelia se enfrentó a los elementos estructurales para darle una nueva forma y uso. Para ello, decidió ampliar el espacio, corriendo el tabique a los pies de la cama y ganando metros para la habitación. Eliminó la puerta de acceso y la retiró uno metros, dando paso a un pasillo que funciona como vestidor. También derribó el tabique lateral que separaba el dormitorio de un espacio sin mucho uso e integró el metraje en la estancia para crear un cómodo baño con plato de ducha. Una puerta corredera lo independiza del dormitorio.
Hecha la organización del espacio, para la decoración, Noelia Villalba se decantó por tonos claros, neutros y relajados. Así, diseñó un suelo de madera natural, se decantó por techos, paredes y mobiliario en blanco puro y solo se permitió un toque de color con el papel pintado del cabecero y los apliques que lo decoran. En el baño siguió la misma línea, apostando por el blanco y la ligereza y dando protagonismo a un pavimento en gris antracita. Aquí destaca el mueble bajo lavabo, con un original escalón que permite un mayor aprovechamiento de la superficie del espacio. Todo un acierto.