La reforma de esta casa realizada por Iconno, ha puesto a la cocina como protagonista de la vivienda, haciendo que el resto de ambientes queden perfectamente conectados con ella. Se encuentra integrada de manera formal, donde adquiere un carácter competitivo, elegante y llamativo.
El equilibrio y la integración de espacios son otras de las claves de esta reforma y se han conseguido gracias al uso de cerramientos exteriores, en este caso de la firma suiza panoramah!, que permiten tener la terraza a la vista y generar una sensación de continuidad entre el interior y el exterior de la vivienda. Unos grandes ventanales que van del suelo al techo de alta tecnología y sostenibilidad son la clave del éxito para integrar ambos espacios y que parezcan solo uno.
Los cerramientos exteriores y la incorporación de paneles divisorios en vidrio enmarcan una relación con las embocaduras en los haces exteriores de los muros, llegando a envolver en vidrio el elemento principal de la vivienda, la cocina. Además, esto también permite formar un mismo criterio de lenguaje entre las situaciones de espacio interior junto con el espacio exterior, pudiendo tener una visión general desde cualquier punto de la vivienda; como la apreciación de la vegetación del jardín posterior que se integra con los elementos arquitectónicos interiores.
La reforma de esta casa unifamiliar ha permitido la entrada de la luz natural convirtiéndola en un elemento fundamental de la casa, otrogrando, además una sensación de bienestar y relax a la vez que resalta los colores y las texturas de los suelos, las paredes y del mobiliario.
Con todo esto, se ha creado una casa en movimiento y por lo tanto, una vida familiar dinámica que se desenvuelve en una casa en la que cada espacio queda perfectamente integrado con los demás y con el exterior.
La casa está decorada prácticamente con dos colores: el blanco y el negro. El mobiliario de cocina, por ejemplo, es prácticamente blanco, tanto la isla central como el resto de los muebles y aparatos eléctrico (que quedan escondidos e integrados haciéndolos imperceptibles). En cambio, la gran mesa de la misma cocina es de tonos oscuros que combinan a la perfección con el resto del espacio. El salón sigue con esta tónica cromática y de estilo decorativo. Los sofás, los sillones y la mesa de centro (los muebles que más espacio ocupan) son negros o de tonos muy oscuros, mientras que otros objetos de decoración más discretos como los cojines, las mantas o la alfombra son de tonos más claros, como el gris, el blanco o incluso el dorado. La vegetación está presente en toda la casa, no solo porque el exterior queda integrado con el interior, sino porque en el mismo salón o en el recibidor, por ejemplo, se han incorporado plantas y flores para darle un toque informal al ambiente.
Por último, cabe destacar la zona de relax que forma parte del mismo salón, pero algo separada. Una gran butaca roja, que destaca por encima del resto de mobiliario, encarada al jardín, perfecta para descansar o leer.