Un ático transformado completamente para convertirse en el conjunto de una serie de espacios conectados y multifuncionales. Así es el último proyecto realizado por el estudio ‘Espacio en Blanco’: una reforma de un ático ubicado en la zona alta de Barcelona, concretamente en el área de Pedralbes.
La vivienda familiar se distribuye en estancias abiertas y pensadas para llevar a cabo todo tipo de actividades rutinarias en familia: una cocina abierta para compartir momentos, un salón amplio y acogedor y una suite donde reposar tranquilamente. Todo ello con toques del diseño contemporáneo a partir de piezas icónicas que visten los espacios.
El objetivo era claro: abrir los espacios, generar mayor amplitud y, en definitiva, crear un ambiente sociable que propiciase la vida en familia. Así, Bárbara Aurell, junto con su equipo en el estudio, trabajó con esa premisa: crear una casa para ser vivida.
Cada rincón debía tener su propia entidad, pero entenderse como un conjunto
El primer paso consistió en la eliminación de tabiques para unir las zonas de comedor, salón, cocina y oficina con el objetivo de crear una gran área común que cubriera las necesidades de los clientes: cocinar, pasar ratos en familia, ver la tele, leer, hacer los deberes… De esta manera, la intención era crear un conjunto, pero respetando la esencia y entidad de cada estancia. Esta idea de conjunto se consiguió mediante el uso de un material común: la madera de roble.