Todo es nuevo ahora en esta casa del madrileño barrio de Salamanca, donde la interiorista Alejandra Pombo llevó a cabo una reforma integral para reformular una caja impecable y vestirla con una decoración elegantísima y taylored fit.
“El resultado es un apartamento que, sin perder el aire señorial, apuesta por la modernidad y reformula los espacios tradicionales” afirma Alejandra Pombo, Arquitecta e interiorista.
Cuando la arquitecta de interiores Alejandra Pombo visitó por primera vez el piso que sus clientes acababan de comprar en la calle Castelló, en pleno corazón del barrio de Salamanca, se encontró con la clásica distribución de las casas del señorial distrito madrileño: un larguísimo pasillo y muchas habitaciones compartimentadas. “Tiramos todo el interior con el fin de adaptar los espacios a las necesidades de los nuevos propietarios”, recuerda quien, con su equipo, se encargó no solo de darle una nueva distribución –más moderna y funcional– a la vivienda, sino de decorarla hasta el último detalle, diseñando a medida asientos, mesas, lámparas, cabeceros, un tocador y hasta lavabos y encimeras, que comparten una elegancia contenida y una callada armonía. Fiel a su ideario profesional, Pombo trabajó concienzudamente los volúmenes, proyectó una iluminación tan sutil como efectiva, y jugó con texturas naturales y colores neutros, todos ellos elementos comunes en sus trabajos. “Diseño soluciones únicas, con el objetivo de conseguir ambientes agradables, funcionales y cómodos”, insiste la interiorista madrileña, que el año que viene cumple una década al frente de su propio estudio. Quizá el mejor ejemplo sea el múltiple salón, dividido en dos zonas de estar bien diferenciadas (por el diseño de sus techos, su iluminación y texturas), más un atípico comedor que cuenta con dos mesas redondas independientes. A pesar de que los tres espacios están unidos en una única sala diáfana y luminosísima, la sensación de tener tres ambientes es total. Otro de los alardes de Pombo está en el dormitorio principal, que se llevó gran parte del espacio de la zona posterior de la casa integrando el cuarto de baño para que tuviera luz natural y un vestidor entre ambos, que aprovecha parte del antiguo pasillo. El resultado es un apartamento que, sin haber perdido el aire señorial de la zona en la que se ubica, apuesta por la modernidad y reformula los espacios tradicionales, tan sofisticado como, al tiempo, práctico. Y, sobre todo, pensado para ser vivido.
Distribuir el juego
¿Quieres sacarle el máximo partido a tu casa nueva? Independientemente de los metros cuadrados que tenga, el hecho de que su planta sea o no regular, o la luz con la que cuente cada zona de la misma, la distribución es la piedra angular de todo proyecto. Aprovechar al máximo el espacio debe ser el objetivo principal, concretado en la búsqueda de una circulación fluida entre la zona social –es decir, la sala de estar, el comedor y la cocina– y la privada, donde se hallan los dormitorios y sus baños. ¿Cómo conseguirlo? Espacios bien ‘zonificados’ (trata de crear varios ambientes en una misma estancia) y amueblados con piezas ligeras y multifunción de dimensiones perfectamente calculadas, a ser posible en tonos suaves y claros. Y un truco final: apuesta en grandes superficies –como pavimentos o encimeras de cocina o baño–, muebles auxiliares y detalles decorativos por materiales como el mármol, el latón o el terciopelo.