Como si de una mañana en París se tratase, así se proyectó la rehabilitación de este apartamento en Moscú que recoge la herencia del estilo parisino clásico a través de sus colores y su mobiliario. El lujo y las continuas alusiones a la capital francesa son la clave de este piso familiar de 150 m2 diseñado por la diseñadora Victoria Grozeva, quien además ha contado con la colaboración de la estilista y decoradora Nata Kazbegi. Ambas dos han conseguido dotar de vida a este apartamento elegante y discreto.
La calidez y el recogimiento eran otra de las pretensiones de los propietarios. Una pareja con niños que suele viajar a Europa durante sus vacaciones, lo cual explica la tendencia parisina de este piso situado en la capital rusa. Aun así, más allá de esos viajes puntuales, la pareja buscaba una casa que fuera lo más cálida y cómoda posible para poder disfrutar del tiempo libre en familia.
La diseñadora, Victoria Grozeva, se puso manos a la obra para conseguir un interior confortable, al mismo tiempo que exquisito. Frente a sus objetivos iniciales, se encontró con algunos hándicaps, como unos muros constructivos que complicaron el cambio radical del piso. Como contrapartida a esta inversión ya hecha por los clientes, la diseñadora pudo convencerles de mover un par de paredes para aumentar así la altura de las puertas y el portal en el pasillo.
Ahora, en lugar de una serie de pasillos con armarios, el piso tiene un acogedor hall de entrada con muebles totalmente integrados, que se abre a un gran salón espacioso, que conecta las dos partes de la vivienda y conduce a la sala de estar a través de puertas batientes.
Organizar los muebles de una manera diferente, dotando de mayor amplitud a las estancias, ayudó a crear más aire en el espacio. Un dinamismo que se acompaña de una paleta de colores en la que el protagonista es el “gris parisino”, un tono cálido de gris con detalles en tonos dorados y jade.
“Lo más importante para mí son las palabras de mis clientes, que dijeron que estaban tan bien y cómodos en esta casa que ni siquiera querían ir a ningún lado", explica Grozeva. Un hecho que confirma el éxito de la diseñadora a la hora de integrar en un mismo espacio la comodidad, el lujo y la elegancia parisina.