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Una casa moderna que apuesta por curvas y color

Un cambio radical en busca de la luz y la conexión exterior. Una metáfora simbólica asociada al suelo, la tierra, el agua, el fuego, a lo originario y auténtico, que ha desarrollado el estudio de Héctor Ruiz-Velázquez para despertar los sentidos y los placeres

Poderosas curvas
Poderosas curvas

  • Texto: Elena da Costa Realización Paloma Pacheco Turnes Fotos Fhe.es

Este es un innovador proyecto de inspiración aérea firmado por el estudio Ruiz-Velázquez. Ubicado en la parte inferior y base de una edificación clásica, se ha modelado y transformado un espacio muy delimitado con el diseño de un núcleo interior que orquesta y dinamiza un nuevo concepto de vivienda, uniéndola con el exterior de forma armoniosa. Para ello, sometieron la planta a un derribo total de los muros preexistentes, para potenciar la falta de luz natural y la integración con los ambientes exteriores. La nueva estructura es totalmente curva, con muros sinuosos que delimitan áreas, a la vez que esculpen con la iluminación una escenografía vital cambiante: diurna a modo de reflector de luz, ya que las curvas recogen la luz natural para proyectarla en el interior, creando una atmósfera adecuada dirigiendo la luz, homogénea y continuada; y nocturna, con un concepto luminoso sorprendente y focalizado.
En las dos grandes curvas vertebradoras se encuentran diseminadas de forma sutil, casi imperceptible, todas las que consideraríamos estancias imprescindibles de un sótano habitado tradicional: baños, dormitorio, gimnasio, lavandería, garaje, cuarto mecánico, ascensor y bodega. Todo el objeto del trazado que ha diseñado el estudio de Héctor Ruiz-Velázquez está pensado para el disfrute, para las veladas con amigos, y organiza el interior hacia una espectacular piscina exterior, también curva, que hace no sólo de conector formal de las líneas constructivas que se encuentran en el interior, sino que crea una espacialidad ilusionante. 

Hemos derribado todos los muros preexistentes de la planta, para potenciar la falta de luz natural y la integración con los espacios exteriores. La nueva estructura es totalmente curva

La nueva zona consta de un dormitorio doble tipo suite en cuyo espacio integrado tiene un baño, todo ello distribuido en uno de los laterales, que se suman a la zona central. El área principal es, sin duda, el punto neurálgico del espacio y de la vida en familia, ya que funciona como salón, pero también como cocina-comedor; ambas conectadas cenitalmente por luminarias también curvas y dirigidas hacia el enorme ventanal abierto en todo el muro para enlazar con la vista exterior. Una metáfora simbólica asociada al suelo, a la tierra, el agua, el fuego, a lo originario y auténtico, que ha desarrollado el estudio para despertar los sentidos y placeres. 
El resultado de la intervención en este proyecto es el de convertir un lugar deseado funcionalmente dentro del entorno familiar, pero oscuro y con separaciones divisorias encajadas, en un espacio continuista, vital, esculpido, abierto, luminoso y conectado con la naturaleza, que amplifica enormemente la sensación espacial de este sótano.

Sobre el autor

Elena da Costa Realización Paloma Pacheco Turnes Fotos Fhe.es