La interiorista María Conesa ha presentado su último proyecto en el que colabora con la firma de mobiliario Momocca. Uno de los trabajos más íntimos y especiales para esta interiorista donde deja plasmada su manera de entender la arquitectura de interiores. La propia María Conesa explica el proceso creativo en una entrevista a Momocca.
La casa debía ser capaz de atender las necesidades del hogar: un lugar en el que desarrollar la vida en familia, comidas, horas de estudio... Pero también un lugar para recibir amigos y celebrar grandes reuniones. Se trataba de hacer un proyecto de interiorismo, de reorganizar el espacio y de aprovechar la luz del sur
El proyecto surge ante la necesidad de una familia de Murcia que deseaba ver su hogar con un componente cálido, pero sin renunciar a nuevas tendencias. El objetivo del proyecto era conseguir un espacio funcional, moderno y acogedor, donde la selección de detalles cobra gran importancia.
Se inspira en pisos de grandes capitales mundiales
La inspiración proviene de los apartamentos de las grandes capitales mundiales, espacios amplios y diáfanos, techos altos y buenas calidades, dando mucha importancia a la madera. Los colores se eligen en consonancia a todo lo anterior, en tonos neutros que se combinan majestuosamente con elementos naturales y mobiliario de diseño auxiliar modular capaz de adaptarse al contexto nombrado. Todo esto se completa con un diseño cuidado del espacio. Conesa se inspiró en viviendas de París, Copenhague, Nueva York y Milán.
Para mí el interiorismo es, además de los muebles, la distribución del espacio. Un espacio que me gusta llenar de vida; de experiencias y momentos
Para ello María Conesa confió en la firma de mobiliario de diseño valenciana Momocca, que participa en el proyecto con una gran estantería de pared a pared de su emblemática colección Julia. Una solución totalmente personalizada, que destaca por su ligereza visual y por su multifuncionalidad, sirviendo como escritorio y estante al mismo tiempo.
Cuidado en los detalles
Tanto el estante como los detalles de decoración han sido escogidos con sumo cuidado tanto por la propietaria como por María Conesa. Ningún elemento fue elegido al azar si no que cada uno tiene su propia historia, hecho que concuerda con la filosofía de la interiorista.
El reto era tratar de organizar todos los conceptos sin caer en un apartamento frío, minimalista, como sacado de un catálogo sin vida. Había que buscar la innovación y dotarla de calidez, lo hemos logrado mezclando maderas, estucos, molduras y plantas con cristal y metales
Todo el piso está unificado a través del color: tonos neutros, blancos, grises, bronces y dorados matizados. Los elementos naturales producen esta sensación agradable.