‘Pattern House’: fusión del diseño italiano de los ’60 y la arquitectura española

Patrones ópticos, colores vivos e inserciones cerámicas transforman un apartamento en Madrid inspirada en el diseño italiano de los años 50 y 60.

‘Pattern House’, fusión del diseño italiano de los ’60 y la arquitectura española
‘Pattern House’, fusión del diseño italiano de los ’60 y la arquitectura española

El proyecto ‘Pattern House’ realizado por 'm²ft architects', estudio de arquitectura italiano con sede en Madrid liderado por Flavio Martella y Vittoria Tesei, se centra en los principios de la arquitectura italiana de los años 50 y 60 que aportan una dimensión humana confortable y vinculada al lugar y a los materiales locales tanto en la investigación formal, en el color y en las texturas.

Así, todos estos principios son aplicados en una vivienda de 70 metros cuadrados de Madrid, combinándolos con los de la arquitectura española contemporánea que se basa en la flexibilidad, el dinamismo y la domesticidad expandida.

Texturas y patrones únicos

En la ‘Pattern House’ los colores y patrones se usan para expandir el ambiente de cada espacio, buscando crear sensaciones diferentes, pero, a su vez, conectadas entre sí. ¿Y cómo se construyen los espacios interiores? Se hace mediante las sensaciones: tacto, vista y olfato son las principales herramientas para construir las estancias y adaptarlas a las distintas necesidades. Así, la casa se ha diseñado como un espacio sin divisiones en el que los únicos puntos fijos son las texturas y patrones que adoptan distintas formas según la estancia: suelos, paredes, techos y decoraciones, permaneciendo visibles desde cualquier ángulo. También el muro de carga central se transforma en un patrón tridimensional, presente desde cualquier punto de la casa.

Espacios con personalidad

En el conjunto de los espacios estos se expanden, jugando con las propias cualidades de las texturas. Así, la entrada “gira” y se dirige hacia el resto de la casa, la cocina se “estira” hacia la sala de estar, el baño y su sensación de bienestar “suben” y crecen, el dormitorio se “expande” y cambia según la necesidad del momento y por último la pequeña habitación “recoge” y se encarga de promover la concentración. En definitiva, una serie de percepciones que cambian según cada punto de vista, creando un espacio libre y fluido donde se construyen todas las escenografías típicas del habitar: cocinar, dormir, descansar, relacionarse, limpiar y cuidar el cuerpo.

Sobre el autor

Sònia Parladé

Periodista

Periodista