Combina colores y estampados como nadie, y destila charme en cada gesto. Tanto, que la mismísima Reina de Inglaterra, Isabel II, la nombró hace años Oficial de la Orden del Imperio Británico por su “servicio al diseño de interiores”. Más que una entrevista, una lección magistral.
¿Cómo desarrolló el concepto de Designers Guild?
Nuestra historia comenzó en 1970, en una pequeña esquina de King’s Road, donde nuestra flagship store sigue estando a día de hoy. Entonces trabajaba como diseñadora de interiores y me sentía limitada creativamente por las telas que tenía a mi disposición. Fue en mi primer viaje a India cuando la inspiración que llevaba dentro tomó forma, y me encontré diseñando mi primera colección de telas y papel pintado, surgida de la revisión de los tradicionales estampados impresos indios (en una visión más fresca, clara y contemporánea). Sentí que este estilo decorativo debía desarrollarse en un estilo de vida –un concepto que tenía muy poco significado a principios de los años setenta–, y tapicé sofás, hice cojines, accesorios con cerámica y seleccioné muebles de época. Ahí comenzó la historia del Designers Guild.
¿Y qué papel desempeña en la compañía actualmente?
Soy su directora creativa: me ocupo tanto del desarrollo de productos, como de la fotografía y el departamento de retail. Designers Guild es mi pasión, la vivo, la respiro… y la verdad es que ningún día es igual al anterior. Significa absolutamente todo para mí; es mi forma de vida. Habla de pasión por el diseño…
¿Podría describirme su ideal de interior?
Me atraen las líneas arquitectónicas limpias y nítidas y las proporciones elegantes que establecen un tono moderno. Los suelos de hormigón, también: aportan una cualidad esencial, casi monástica, a un espacio, lo que, junto con la luz natural que debe inundarlo, ejemplifican la quintaesencia del diseño para mí. El color, las formas y texturas, los motivos y acabados son también elementos fundamentales, y mi estilo podría resumirse en una mezcla ecléctica de muebles contemporáneos y de época, telas lisas y estampadas, y antiguas alfombras recuperadas.
Después de tantas y tantas colecciones, ¿qué inspiración sigue sin fallarle?
Siempre he creído que los viajes son la mejor manera de inspirarse. Yo nunca dejo de pensar en la próxima colección, y experimentar diferentes culturas, diferentes paisajes, diferentes formas de vida, con los sentidos alerta es, en mi opinión, el mayor estímulo que una puede recibir.
¿Cómo se considera como creadora?
Mi objetivo es ser original, innovadora y siempre contemporánea en todo lo que hago. Y mi fuerte son el color, los motivos y diseños.
¿Qué puede decirnos de su última colección?
Para la Primavera 2020, nos hemos centrado en presentar una visión redefinida de la naturaleza; telas estampadas que celebran las flores, de magnolias pintadas en un estilo muy contemporáneo a peonías abstractas bordadas. Hemos añadido geometrías complejas y glamurosas, versátiles papeles de pared con textura y cuatro nuevas referencias de telas lisas básicas para aportar equilibrio a los motivos florales. Imaginado cada tono, todos orgánicos: de un sepia terroso, el abedul o el cáñamo, al celadón, el esmeralda y el topacio con toques de azalea y cúrcuma.
¿Y un consejo para conseguir que un interior brille?
En lugar de lanzarse a cambios muy ambiciosos, plantear el espacio estacionalmente, prestándole mucha atención a los elementos decorativos más pequeños: cojines, mantas, alfombras, así como cerámica y cristalería –que yo colecciono ávidamente–, que pueden rotarse fácilmente para adaptarse a cada temporada.