Inspirada en las grandes obras arquitectónicas diseñadas bajo el estilo brutalista, llega 'Vivienda Pa': un proyecto que se fusiona con el entorno natural sin apenas impedimentos. La Costa Brava, en concreto la localidad de Begur, ha sido el emplazamiento elegido para construir esta residencia que, tras más de tres años, por fin ve la luz. El resultado es un interior que nos arropa con un diseño sofisticado. Mientras, la gran fachada en hormigón se encarga de crear un juego de luces y sombras que otorga fuerza y quietud a toda la vivienda. El resto es solo naturaleza, la cual se integra perfectamente con todo el conjunto.
La primera imagen que nos sobreviene al observar esta residencia es la de un gran macizo de hormigón pulcro y sereno. De hecho, su estilo brutalista, que viene del francés "béton brut" y que significa hormigón crudo, era el nombre que el arquitecto Le Corbusier utilizaba para designar a su material favorito: el hormigón. En este caso, también podemos observar como la residencia, con un toque más moderno, aprovecha la superficie de actuación de 400 m2 para erigirse como un edifico a gran escala y en el que, como no, este material es el absoluto protagonista a través de unas fachadas denudas de ornamento.
El objetivo de este proyecto, diseñado por los arquitectos Garces de Seta y Bonet en colaboración con las interioristas Sheila Llovet y Anna Torndelacreu, fundadoras de We Are Crude, era el de crear un monumento perdurable al diseño, una obra escultórica camuflada entre la vegetación autóctona de la costa Brava. Un hecho que ha sido posible gracias a la colaboración de los arquitectos GSDB y que nos permite conectar de lleno con el entorno.
La casa está diseñada para fusionarse con los elementos como la arena, la luz, el viento, el sol, y el océano que se puede ver en la distancia.
De hecho, otro de los argumentos previos a la ejecución de esta obra, era la idea de eliminar a toda costa el ruido y el estrés propios de la cotidianidad urbana para trasladarnos a un escenario en el que, literalmente, pudiéramos respirar naturaleza. Tanto es así que, el diseño interior de la vivienda también ha sido pensando bajo esa necesidad de conseguir una vivienda que combine las vistas exteriores a la Costa Brava junto con un espacio íntimo que aporta calma y recogimiento. Todo un remanso de paz que nos inspira y nos conecta.