¿Alguna vez has imaginado vivir en una buhardilla? Seguramente no, pero la realidad es que, con una buena distribución y decoración, puede convertirse en un oasis y un espacio único para escaparse del ruido de la ciudad y relajarse, casi como si estuvieras en una cabaña en el bosque.
La reforma de esta buhardilla a lo alto de un edificio en el barrio de Lavapiés, en Madrid, es uno de los últimos proyectos del estudio de interiorismo ‘Díaz & Gallardo’. Definen este proyecto como algo “sencillo y complejo a la vez”: “pequeño, pero con grandeza al mismo tiempo” y, sobre todo, con gesto decidido.
En un espacio muy reducido, se aprovecha al máximo el espacio jugando con la funcionalidad de los elementos que conforman los espacios con un objetivo claro en mente durante todo el proceso de reforma: crear un oasis urbano en un espacio mínimo pero aprovechado al máximo la grandeza interior que esconde.
Mínimo a la vez que máximo
Se trata, así, de una suerte de experimento en una vivienda reducida que cuenta con un exterior antiguo pero un interior moderno, confortable y funcional. No hay obra nueva construida, sino que todo se ha rehabilitado para dar una nueva vida al conjunto de la pequeña vivienda.
Jugando con la ciudad madrileña, se creó una atractiva mezcla de elementos antiguos totalmente respetados y conservados junto a una nueva imagen moderna del hábitat urbano.
Así, se respetan las vigas de madera que se encontraban ocultas en la estructura, convertidas en el esqueleto de la nueva versión de la buhardilla.También se conservan las puertas originales de hace alrededor de cien años, por lo que los elementos originales cobran también gran parte del protagonismo de la reforma.