El 'heavy metal' más romántico que uno pueda imaginar. Sus cerámicas e ilustraciones abanderan la revolución de una joven y talentosa generación. Conocemos un poco mejor, más de cerca y más allá de sus obras –pero teniéndolas siempre muy presentes– a Aitor Sarabia.
1. I am what I am
Reducir el perfil de Aitor Saraiba a una única disciplina sería un error. Él es un generador de cultura, así en general. Y es que, como él mismo reconoce, «uso la herramienta que necesite». Nunca esta, o las técnicas, son un obstáculo para él: salta del papel y los rotuladores a la cerámica, la fotografía o la performance con toda naturalidad. Como vemos, se atreve con las telas también.
2. Aprendizaje
Aunque pueda sonar a tópico, la vida ha sido una gran escuela para este artista todoterreno. «He aprendido de los golpes que me ha dado el mundo, la poesía de Borges y Nicanor Parra, la ausencia de mi padre, los grupos de Black Metal que me obsesionan y un dolor que se me puso en la tripa de niño cuando me dijeron que la magia era mentira y que no se me ha quitado jamás».
En cuanto a influencias, sobre todo son latentes las de escritores –además de Borges y Parra– como Bolaño, Hikmet, Szymborska, Ángel González. Si hablamos de influenciar, no puede faltar la música en la lista, sobre todo de Morrissey a Metallica, «que están en todo lo que hago», confiesa.
3. El 'boom' de la ilustración no es tal cosa
Las redes sociales en general e Instagram en particular han puesto el foco en ilustradores y dibujantes. En torno a este tema, vemos a un Saraiba más reivindicativo.
«Hace unos años, los que dibujábamos éramos unos frikis; todos eran diseñadores gráficos, usaban Photoshop y no lapiceros. Hay que posicionarse y exigir a quien se está denominando dibujante o ilustrador un compromiso que muchos no tienen. Por eso no surge un movimiento generacional.»
4. ¿Decoración?
«Mis ratas, mis calaveras, mi ciervo, mis pájaros, mi cabra, mis corazones, mis cruces y puñales… cada pieza es como un poema, lleno de significado. No son decoración, pero tienen que ver con ella».
Saraiba, en un vistazo
Ternura bizarra, una de sus más reconocibles características creativas.
Primer amor. Los lápices y el papel fueron sus primeras armas.
Poemas visuales, como esta pirámide de cerámica.
Sin reglas. Su propósito común con el Centro Cerámico de Talavera.
Piezas con mensaje. Calavera de cerámica con texto de The Smiths.
Todo es posible. No hay técnica o formato que se le resista.