Naturaleza y formas industriales en una casa unifamiliar a las afueras de Madrid

La estética fría que provoca el hormigón de la fachada contrasta con un interior cálido en el que la madera y las texturas adquieren todo el protagonismo. Una vivienda sofisticada y moderna para toda la familia.

Naturaleza y formas industriales en una casa unifamiliar a las afueras de Madrid
Naturaleza y formas industriales en una casa unifamiliar a las afueras de Madrid

Ventanas de techo, de VELUX. Cerramientos, de TECHNAL. Cerámica de terrazas y piscina de Gres Aragón. Piscina, de Omian. Mobiliario exterior, de Portobellostreet.es

Foto: © Amador Toril

El propietario de esta vivienda unifamiliar, arquitecto de profesión, tenía claro que viviría en la casa de sus sueños. Autor de este proyecto, vive ahora en el junto a toda su familia. Para llevarlo a cabo, el primer paso fue encontrar el lugar adecuado en el que poder dar rienda suelta a sus sueños. Buscaba un espacio inmerso en la naturaleza por lo que se decantó por el municipio de Galapagar, a las afueras de Madrid. Con vistas al skyline de la capital y orientada al pinar encontramos esta vivienda unifamiliar que es una delicia para quien la visita.

Una casa de 250 m2, distribuidos en dos plantas y construida sobre un terreno de 1.000 m2 en los que cuenta con un magnífico jardín y una piscina, de la que destaca su impresionante estructura de hormigón. Una edificación, realizada por el arquitecto Daniel Ruiz y la constructora D-ARK, de planta rectangular con cubierta a dos aguas con la habitual estética natural vista de este material, salvo en la parte inferior en la que se ha optado por pintar de blanco los muros para crear un efecto más acogedor.

Para minimizar este efecto de frialdad que generan las formas industriales se ha optado por un interior más cálido que equilibre las sensaciones, obra de Interior Studio de PortobelloStreet, con el que se ha logrado “una vivienda confortable, práctica y elegante” que solicitaban los propietarios. Para ello se ha mantenido una paleta cromática centrada en blancos, grises, negros y tonos naturales que se combinan con algunas notas de color en elementos claves, maximizando la sensación de serenidad en todo el espacio.

El principal objetivo era crear una conexión entre el interior y el exterior, buscando la entrada de luz natural a través de todas las esquinas de la vivienda y, a la vez, que esto permitiera tener las vistas exteriores desde cualquier estancia. Factores que favorecen el bienestar en el interior del hogar y que se combinan con un interiorismo minimalista donde se cuenta únicamente con los elementos imprescindibles para la familia y en el cual predomina el orden.

Sobre el autor

Noelia Chaves

Periodista

Periodista. Apasionada de la fotografía, el arte, la historia y las letras en todas sus variables. Animal audiovisual, antes trabajaba en la televisión ahora escribo para la Revista Interiores.

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