Este piso es un tributo a la elegancia de un edificio construido en el siglo XIX en Kiev (Ucrania), en el que arquitectura y diseño contemporáneo van de la mano, formando un todo armónico de gran belleza. Los interioristas Alena Makagon, Alexandr Ivasiv y Artem Zavarzim trabajaron juntos en este proyecto, dejando su impronta personal en cada detalle, especialmente en los elementos estructurales que se añadieron en los techos y los muros.
La vivienda refleja también la perfecta combinación de lo viejo y lo nuevo, convirtiéndola en una deslumbrante y sorprendente residencia. “Nuestra idea fue conservar la forma sencilla de los espacios interiores, poniendo énfasis en las blancas paredes que contrastan con un moderno y predominante color oscuro en el suelo y los muebles”, aseguran los interioristas.
Cuando se accede a la vivienda, uno se sorprende por el bello brillo metálico azul turquesa de la estructura que habita en el hall: puertas correderas que se abren y se cierran, creando el efecto de una casa dentro de la casa. Estas puertas a modo de closet esconden un espacio privado para el perro (con ventilación oculta).
Foto: Artem Zavarzin
Si nos dirigimos hacia el salón, uno se siente pequeño bajo los elevadísimos techos y unos muros en blanco puro, propios de las construcciones de la época. Allí, una gran lámpara de brazos de diferente longitud ilumina toda el área. Tras el comedor, escondida por unas puertas correderas de cristal oscuro, se encuentra la cocina, un espacio funcional y actual que se incorpora a antojo a la zona de día. Todo ello ayuda a potenciar la sensación de amplitud y luminosidad.
De este juego bitonal, pasamos al dormitorio, donde los armarios de colores rompen la línea cromática, diseñando dos espacios perfectamente enmarcados: la zona de descanso y la de trabajo. Recuperando la estética predominante, al estilo mid-century y en los tonos reinantes en toda la casa, encontramos el baño: una estancia en la que el lavamanos se convierte en una pieza de tocador con un gran espejo y un mueble gris brillante, ambos ayudan a ampliar visualmente el espacio.
A su lado y con un importante caudal de luz, la bañera en blanco y negro, acompañada de un bello paisaje en los mismos colores. Algo que se repite en toda la casa es una apuesta por piezas de iluminación que reflejen totalmente el look mid-century de un proyecto en el que la luz natural y los juegos de espejos y puertas correderas juegan un papel esencial y donde las luminarias artificiales, de DelightFull, aportan la nota estética final deseada.
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