La modelo, presentadora y empresaria de origen argentino lanzó en 2016 un proyecto de decoración rompedor: Lo de Manuela. Y desde entonces no ha parado de crecer. Probablemente por su componente personal, materiales de alta calidad y propuestas innovadoras con ciertas notas eclécticas. También por su apuesta artesanal. Esta audaz mujer recibió el premio de la revista Interiores a la Emprendedora del Año tan pronto lanzó Lo de Manuela. Fuimos unos visionarios, y es que estaba claro que iba a funcionar, que el mercado español necesitaba de una propuesta de estas características por su alma viajera, su vertiente artesanal y su poderoso estilo.
Hoy nos sentamos con Martina Klein (CEO e imagen de Lo de Manuela) para que nos cuente qué veremos en su nueva colección Invierno 2020-2021 y cuáles son sus fuentes de inspiración.
Cuéntanos de dónde viene esa pasión por la decoración.
La pasión por la decoración me viene supongo de mis padres, ambos arquitectos. Cuando era niña, iba a su estudio al salir del cole. Las mesas que tenían, las de dibujo con todas las reglas y escuadras, me fascinaban; me tiraba horas dibujando con ellos. De alguna forma, fantaseaba con que dibujaría algo que a ellos les impresionaría e inspirarían sus propios proyectos en mis dibujos (era muy pequeña). Desde entonces, siempre que paso cerca de un edifico en ruinas o he visto uno viejo me emociono imaginando cómo quedaría con cortinas y con espacios ya redecorados y con una acción arquitectónica nueva, incorporando y combinando lo viejo y lo nuevo. Por otro lado, tengo fascinación por la arquitectura efímera –esas acciones arquitectónicas que se hacen con intención de deshacerlas con una intención determinada y que se suele crear para que convivan con la gente en la ciudad y donde la gente tiene un papel muy importante–. En un viaje a Lisboa con mis amigas, visitando la fundación Gulbenkian, en el jardín interior había un montón de gente arrastrando cojines gigantes en forma de gusanos y con flores… me impresionó ver cómo quedaba el espacio gracias a la acción del hombre, me fascinó; es algo que, de alguna forma, tengo ganas de reproducir en algún momento con Lo de Manuela: crear espacios distintos, mágicos… donde la gente tenga mucho que ver con el resultado final, siempre cambiante.
Los objetos son partícipes de nuestra escenografía vital, es algo precioso y creo que es la finalidad de llenar la casa de cosas
¿Qué sentido le das a los objetos? ¿Cuál es la importancia de la historia detrás del objeto, o cuál es la que le das tú?
Aquí está la historia de Manuela. A Manuela le fascinaba cómo su abuelo le narraba la historia detrás de cada objeto y, a la hora de crear Lo de Manuela y expresárnoslo a mi socia y a mí, nos fascinó cómo nos contaba eso, que detrás de los objetos hay una historia propia o de otras personas, algo que le da valor al objeto, una dimensión más…; así deja de ser simplemente un objeto tridimensional y se convierte en algo que forma parte de tu vida, que aglutina experiencias, personas y crea recuerdos. Yo creo que los objetos son partícipes de nuestra escenografía vital, es algo precioso y creo que es la finalidad de llenar la casa de cosas: que las cosas hablen de uno y que uno se sienta arropado por ellas.
¿Cómo nace Lo de Manuela y quién es Manuela?
Manuela es nuestra socia y es, de alguna forma, el motor de este proyecto. Cuando nos juntamos mi otra socia, Manuela y yo nos pareció interesante que cada una fuera tan distinta y que pudiéramos aportar todas algo muy personal y potente para que este trío pudiera formar algo que no existía entonces.
Manuela es un espíritu errante, una mujer que ha viajado mucho, hija de diplomáticos, con abuelos muy interesantes, intelectuales… Tiene una familia que siempre le ha aportado cosas muy atrayentes; tiene una parte clásica, que sigue muy presente a pesar de ser una gran viajera que ha podido hacer ese viaje de vuelta, el de adorar los objetos porque los quieres mucho de nuevo.
Nuestra otra socia es experta textil y adora la moda. De alguna forma, es la que me vino a buscar a mí porque creyó que Manuela, que viaja tanto, necesitaba una voz cercana. Ella me leía en el periódico en el que escribía una columna y de alguna forma creyó que esa voz podía ser un buen puente entre la locura errática de Manuela y la gente. Cuando me propuso escribir los viajes y vueltas de Manuela (esta última es muy despistada, caótica y escribía poco), me enamoré de los textiles que ella hacía y del proyecto, y quise darle forma con ellas, como si esto fuera un embrión, y, como yo estaba embarazada, me pareció un momento muy fértil para empezar un proyecto, un proyecto vital.
Creo que las tres hacemos muy buen equipo, porque no nos pisamos los terrenos sino que conseguimos que sumen
¿Qué aporta una mujer con tanto gusto por la belleza a un proyecto como Lo de Manuela?
No es una mujer sola, somos tres mujeres que adoramos la belleza y cada una tiene su propio bagaje personal, profesional y emocional. Creo que las tres hacemos muy buen equipo, porque no nos pisamos los terrenos sino que conseguimos que sumen. A mí, la moda me encanta pero nunca me ha apasionado de forma que pueda llegar a inspirarme como para formar parte de ella desde dentro, sin embargo, la estética que he aprendido a través de ella –que puede también tener que ver con el arte, la pintura, una obra de teatro, un musical de Broadway… –toda esa parte colorista, me mueve muchísimo; me parece que de alguna forma mi experiencia, mi paso por el mundo de la moda y la belleza me ayudan a aterrizar las ideas de mi socia, que es una crack haciendo colecciones, y las piruetas de Manuela, que cada temporada nos cuenta un viaje distinto.
Recordamos cuando hiciste la presentación de vuestros productos en el showroom de la marca Luzio y el cariño que había en cada pieza, en sus acabados y en sus motivos. ¿Sigue siendo este un leitmotiv en Lo de Manuela?
Absolutamente. Que las calidades sean exquisitas y los acabados sean perfectos, al mismo tiempo que se note que son prendas con una parte humana importante, que los acabados sean a mano, que sean tintados en pieza, que se vea que los bordados hechos con una mano con mucho amor… Me parece que es importante para que la marca tenga un ADN propio y totalmente intransferible. Pretendemos que esto sea el sinónimo de Lo de Manuela a medida que vayamos creciendo; de momento, lo estamos consiguiendo.
¿Dónde se inspira Manuela para estas creaciones?
Manuela se inspira en su pasión, en donde sus musas le lleven. Es verdad que antes de empezar una colección tenemos charlas intensas entre las tres para decidir si el viaje que está por proponernos coincide con nuestros pálpitos, con lo que son las tendencias de la moda, y solemos conseguir llegar a caminos que convergen en colecciones muy bonitas. Y si no podemos viajar por el tema del confinamiento, pues recurrimos a viajes de personas cercanas, viajes en el recuerdo, viajes emocionales… Y es que el concepto de viaje puede abarcar tanto como nosotros queramos, así que Manuela nos aporta un espíritu aventurero que siempre está muy bien para crear colecciones diferentes y sorprendentes.
¿Dónde o quién las realiza (artesanos locales, etc.)?
Tenemos un taller donde cortamos y confeccionamos las piezas aquí muy cerquita de Barcelona, muy cerquita de donde tenemos las oficinas y el showroom, tintamos y la lavandería y el tinte lo hacemos cerca, tenemos una bordadora que si no me equivoco es de Granada, de las pocas que quedan especializadas en bordados manuales, y su forma de trabajar es un primor. Y según lo que vamos necesitando vamos acudiendo a artesanos locales que nos aportan ese toque tan especial y tan Manuela que nos gusta tanto.
Vamos acudiendo a artesanos locales que nos aportan ese toque tan especial y tan Manuela que nos gusta tanto
La nueva colección se inspira en el Berlín de los años 20. Sin duda, son los años dorados de la capital alemana, donde las artes cobran su máximo esplendor y los movimientos culturales están a la orden del día. Me refiero a la Bauhaus, por ejemplo, o la musicalidad del pícaro nuevo cabaret (con sus notas femeninas), y a una ciudad en contrastes donde el blanco y negro son protagonistas. ¿Cómo definirías tú esta colección?
Veníamos deseando diseñar una colección inspirada en el Berlín de entreguerras desde hacía mucho tiempo; la escuela Bauhaus nos fascina, lo que significó y lo que sigue significando, y nos pareció que merecía una colección. Lo que pasa es que cuando visitamos El Palauet, casi por casualidad, y estuvimos debajo de esto techos artesonados que tanto nos recuerdan la arquitectura europea modernista, nos entraron ganas de explicar una historia con nuestras propias piezas; una historia en la que tres mujeres de esa época convergían en el Berlín de los años 20: una de ellas es Petra, que trabaja en el subversivo cabaret, un lugar en el que había tantos mitos que caían y tanta diversidad y ganas de hacer cosas distintas, de vivir, de hablar y decir lo que se pensaba después de una época tan difícil…, nos pareció inspirador y apasionante. Otra de las mujeres es Maggie: viene de Londres, es hija de las ‘suffragettes’ (luchadoras por el sufragio femenino) y aparece en Berlín justo cuando se aprueba el texto del Sufragio Femenino Universal. Así que tenemos a dos mujeres (de la tercera os hablaré más adelante) que acaban de pasar por una guerra europea y también han superado la gripe española, que dejó al mundo muy tocado. Una pandemia que tal como vino, despareció y empezó un mundo nuevo: y ahí es donde queremos situar esa pasión y ese despertar de la vida después de la pandemia, que es donde nos encontramos ahora.
La escuela Bauhaus nos fascina, lo que significó y lo que sigue significando, y nos pareció que merecía una colección
¿Qué elementos/materiales destacarías? ¿Qué colores son los protagonistas?
Los colores de la parte más Bauhaus son los terracotas y los verdes, todos combinados; por otro lado, queríamos destacar diferentes materiales dentro de una gama más neutra, más de blancos y grises y beiges, y allí hemos incorporado la lana virgen y la alpaca para cojines. También hemos creado un nuevo modelo de cojín, de terciopelo y lino a franjas y tintados en el mismo color, por lo tanto, en un mismo elemento se crea un contraste de elementos superinteresante y elegante.
¿Cuál es tu pieza preferida?
Mi pieza preferida es el sofá, que hemos llamado Palauet: es una pieza grande de lino, totalmente desenfundable, que se puede vestir y desvestir con mucha facilidad y en el que pueden colocarse diversos tipos de cojines y crear situaciones muy diferentes. En nuestro caso lo hemos vestido con un look muy señorial para la presentación de la colección Elena, que es la parte más modernista de la colección global de esta temporada y luego lo hemos llenado de colores para hablar del eclecticismo de la Bauhaus.
¿Cómo viste el hogar esta colección, cómo puede combinarse, qué aporta y qué tipo de estilo deco puede resultar de ella o de un combinado con ella?
Esta colección, en realidad, como todas las otras que hacemos con Lo de Manuela, puede adaptarse a las que ya existen. Evidentemente podemos empezar de cero en un espacio y combinar los objetos y los elementos creando un ambiente ecléctico, pero básicamente están hechas para ser combinadas con lo que ya hay. Por lo tanto, el eclecticismo de piezas seleccionadas de diferentes colores, momentos, historias, viajes y anécdotas viene siendo lo que más nos gusta de crear colecciones distintas que se pueden siempre combinar entre sí. Así que se pueden seleccionar piezas básicas para seguir completando la apuesta que ya tengas en casa o se pueden incorporar otras que les den más suavidad a los ambientes, puesto que hemos estado mucho tiempo en casa este año (tal vez tengamos que estar un poco más), así que hay que diseñar espacios comunes suaves, agradables, con mantitas que nos apetezca utilizar viendo pelis y series y crear un hogar que se parezca mucho a uno mismo, que sea muy elegante y apetecible y que no sea nada rígido ni impostado.
Lo que tienen en común todas nuestras piezas es que están hechas con mucho cariño y con muy buenas calidades y acabados
¿Qué tienen en común las diferentes piezas de esta nueva colección?
Lo que tienen en común todas nuestras piezas es que están hechas con mucho cariño, con muy buenas calidades y acabados y que la gama de colores es importantísima. La verdad es que en Lo de Manuela tratamos los colores con mucho mimo y experiencia. Tengo que admitir que esta es una parte del trabajo de mi socia que se le da de maravilla, la combinación y selección de los colores que hace es brutal.
Todas las piezas están hechas para que la casa sea muy especial, como uno mismo, que puedan aportar y combinar, como si se tratase de un puzle, piezas que se van acomodando a la vida de uno sin limitar, todo lo contrario, haciendo que cada vez uno se sienta más a gusto estando en su propia piel, en su propia casa.
¿Hay en ella también un homenaje a nuestros padres y abuelos, a esa cultura de lo heredado?
Sí, también somos firmes defensoras de que somos fruto de una herencia genética y cultural, de un amor de nuestros padres y abuelos hacia nosotros, somos el fruto de las historias que nos han contado ellos y de la forma que nos han educado. Se merecen como homenaje, y nosotros también para homenajearlos, que los mejor de ellos siga perdurando en nosotros; por lo tanto, poder recuperar lo que más nos ha gustado de ellos a nivel de objetos y a título personal (sus mejores historias, cariños…): desde una mantelería, una cubertería, vasos bonitos, piezas de decoración… que sepamos incorporarlo a nuestra vida actual, ya que ellos forman parte de nosotros y nosotros de ellos.
Cómo novedad de la colección de esta temporada, parece que Lo de Manuela llega al cuarto de baño. ¿Qué veremos?
Veremos unas toallas maravillosas, que son toda esponjosidad, que son suaves como yo nunca he visto y que combina el algodón de 600 g con una franja doble ribeteada de lino 100% del mismo color, y como todos nuestros básicos se pueden hacer en toda la gama de colores de Lo de Manuela. Pensamos que es preciosa la imagen y la idea de que nuestros linos, terciopelos, algodones lavados y toallas se pueden tintar de los mismos colores; eso es un lenguaje muy bonito para presentar habitaciones, camas y salas de baño.
Por último, y por curiosidad, ¿hay un hilo conductor entre el Berlín de los años 20 y El Palauet, espacio en el que se ha fotografiado la nueva colección?
Sí, lo hay. Y el hilo conductor es, así como antes te he hablado de Maggie (la sufragista de Londres) y Petra (la mujer que vivía en Berlín en los años 20 y que acabó trabajando en el cabaret, como artista subversiva), nos falta Elena, la tercera en esta colección, una mujer de una buena familia de Barcelona. En esa época Barcelona estaba en pleno florecimiento del Modernismo; nos pareció que ese toque para la colección le sentaba muy bien y nos ponía esa tercera ‘pata’ en Barcelona, nos hacía aterrizarla en esta ciudad y poder hablar el mismo idioma, no solo del momento histórico que se vivía entonces (el final de una pandemia), sino también de nuestra circunstancia actual: estamos en Barcelona y no podemos salir demasiado. Adoramos los espacios y los edificios que tenemos en nuestra ciudad. Y así apareció El Palauet, parecía como traído por el destino. Lo de Manuela y El Palauet se encontraron y la historia de estas tres mujeres se empezó a fraguar como resulatdo de ese encuentro.