El Estudio Forma fue el encargado de llevar a cabo la reforma de un apartamento ubicado en la calle Comte Borrell, en el barrio del Eixample Esquerre. La vivienda, de 65 metros cuadrados de superficie, presentaba antes de la intervención del estudio un aspecto e imagen decaído y sombrío a causa de la excesiva compartimentación.
A este problema se sumaba el hecho de que el patio de servicio era muy estrecho, por lo que apenas recibía luz, de manera que el piso gozaba de muy poca iluminación natural, exceptuando las dos salas que daban a la fachada principal.
Nueva distribución para potenciar la entrada de luz natural
Así, el objetivo principal de Estudio Forma fue dotar al apartamento de luminosidad gracias al máximo aprovechamiento de la luz natural en todos los espacios y estancias. Para lograrlo se simplificó la distribución original de manera que se obtuvieran espacios amplios y abiertos que permitiesen multiplicar la luz. La nueva distribución se convirtió en una sucesión lineal de tres grandes espacios, aunque con diferentes proporciones, asociados a la disposición de la estructura de muros de cargas.
¿El resultado? Un gran trabajo en el que un piso oscuro se reconvierte en un apartamento luminoso en el que el protagonista es el color blanco combinado con el pavimento de madera de roble natural clara, que actúan como potenciadoras de la luz natural que entra gracias a la nueva distribución.