En Riad, una joven independiente y cosmopolita vive en este maravilloso loft, un hogar que aúna tradición y vanguardia de forma magistral. Un espacio versátil, rompedor y al mismo tiempo acogedor y habitable. Un trabajo de Carrillo Proyectos en el que todo se conecta dada la ausencia de barreras visuales, como tabiques y paredes, favoreciendo el concepto de espacio abierto”, así define el trabajo de arquitectura e interiorismo de esta vivienda Laura Carrillo, interiorista de Carrillo Proyectos y encargada de la adaptación de la misma a las necesidades de su propietaria.
El proyecto es una apuesta por crear un ambiente diferente, nada tradicional en la estética, pero tampoco en su habitabilidad. Su propietaria deseaba una vivienda en Riad (Arabia Suadí) que respirara un estilo de vida más vanguardista y rompedor pero, al mismo tiempo, debía ser acogedora y habitable. El éxito fue lograr la convivencia de ambas premisas en un ambiente versátil perfectamente cohesionado y moldeado bajo la inspiración de los grandes espacios industriales.
Siguiendo estas pautas, la casa (300 m2) se organizó en dos grandes áreas: dos espacios independientes que, sin embargo, quedan conectados dada la ausencia de barreras visuales, favoreciendo la sensación de espacio único multifuncional. “Destaca en este plano la escalera helicoidal de hierro, único nexo entre ambas alturas, que se presenta como una gran escultura”, apunta Laura Carrillo. Cada detalle es fruto de un cuidadoso estudio. De especial importancia es la iluminación como elemento que proporciona la atmósfera deseada y el ambiente de loft (simulando lucernarios y jugando con diferentes alturas) y la selección de materiales que ha combinado equilibradamente elementos primarios, como el ladrillo (todo un paramento vertical de ladrillo visto en el salón o en dormitorio principal), el hierro (en columnas vistas o la barandilla de la escalera) o el acero (los conductos de aire vistos, la cocina…). Estos materiales de look industrial se mezclan con otros más cálidos, como la madera y el color de las tapicerías y revestimientos murales.
Otros detalles a destacar son los despuntes cromáticos que aportan alegría y desenfado y ese toque de “ambiente creativo” característico de las áreas industriales (la puerta de entrada lacada en rojo, las distintas obras de arte en una amplia gama de colores vivos, la presencia de un container rojo que hace de pared en la escalera secundaria…). Este loft es un lujo para los sentidos y un lugar en el que la comunión de los espacios aportan vitalidad y confortabilidad.
El lujo del espacio
Los grandes espacios requieren de grandes soluciones arquitectónicas y decorativas. Esta maravillosa vivienda ha apostado por potenciar la luz natural y llevarla a todos y cada uno de los rincones, de manera que trascurra de un modo natural y sin impedimentos. Para ello se han eliminado la mayoría de los tabiques y se ha jugado con dobles alturas. El proyecto, de Laura Carrillo, ha supuesto un esfuerzo para conseguir un look único y personal. La estética industrial que recupera la imagen de los clásicos lofts neoyorquinos cobra vida de una forma sorprendente a partir de los muros de ladrillo visto, a los que se ha aportado una nota cálida gracias al uso de la madera y los textiles de colores, así como al pequeño vergel del salón.