Ubicada al norte de Madrid, en el magnífico barrio de Valdebebas, encontramos esta vivienda en el edificio residencial Espacio ICON de Inmobiliaria Espacio. Su propietario, feliz con su compra, era muy consciente de la necesidad de una estética que se ajustara como un guante a sus deseos: requería de una decoración muy personal y precisa. Para ello no dudó en ponerse en manos del estudio de arquitectura e interiorismo Ana Escribano Arquitectos, quienes optaron por un trabajo acorde con las líneas modernas y puras del edificio, pero buscando el valor de una decoración cálida y atemporal.
Al tratarse de una vivienda de amplios ventanales que dan a un gran parque en su fachada principal, con una luz preciosa, y que cuenta con tres de las cuatro orientaciones –por lo que la entrada de luz va cambiando a lo largo del día–, el equipo de Ana Escribano optó por espacios comunicados creando un único ambiente entre comedor-cocina y salón, separados únicamente, por deseo del propietario, con una chimenea de obra. Algo que redunda en un caudal de luz natural que recorre la casa sin cortapisas.
Hemos utilizado el color blanco y la repetición de materiales en todas las estancias para unificar la estética de la casa, a la que hemos añadido pinceladas de tonos suaves o negras, para provocar cierto contraste
Algo que se ve potenciado por las tonalidades elegidas, a lo que Ana apunta que “utilizamos el color blanco como lienzo para destacar las demás piezas decorativas: es uno de los elementos unificadores del proyecto; y lo combinamos con colores suaves y alguna pincelada de tono piedra negra, las sillas de nylon o los cojines... para dar más carácter al proyecto”.
Otro de los hilos conductores del cambio son los materiales, que se repiten en las diferentes estancias para aunar visualmente los espacios. Por este motivo, las mesas de centro y el aplique del salón se hacen de mármol Marquina, al igual que la encimera de la cocina; se eligen acabados en piedra natural, linos y lanas que se van repitiendo a lo largo de la casa y contrastando con maderas naturales para aportar calidez; y el suelo, de madera de roble ahumado, ocupa toda la superficie de la casa a excepción de la zona húmeda de los baños.