Este es un proyecto de reforma de una vivienda de finales del siglo XIX del Eixample barcelonés que no había sufrido ninguna modificación sustancial en sus 100 años de historia. La compró una pareja francesa que quería un piso en Barcelona para cuando visitara la ciudad.
Se enamoraron de los techos (con magníficos rosetones y molduras) y los suelos (de pavimento hidráulico), que se habían conservado relativamente bien, así como las carpinterías originales. Se pusieron en manos de la arquitecta Vera Sánchez Guasch, que apostó por conservar la distribución en casi su totalidad, lo que ha permitido mantener todos los techos y suelos, y concentrar las obligadas variaciones que el nuevo programa requiere en aquellos espacios que no tienen estas características.
Para poder conseguir el objetivo, se trabajó pieza por pieza, consiguiendo en cada caso que el nuevo programa se adecúe a las estancias marcadas por techos y suelos. Todas las carpinterías se conservaron, en su posición original o desplazándolas a nuevas estancias abiertas en el volumen “interior” del piso donde se realizó una nueva cocina y el baño principal, respetando los suelos y las ventanas al patio.
